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Perdió el rumbo | ||||||
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Por Leonardo Martin | ||||||
Luego del partido de esta tarde da la sensación de que se perdió el rumbo. El equipo volvió a jugar un partido pobrísimo, sin la mínima respuesta a la adversidad, sin alma y con un desorden táctico evidente. Hoy el Arse fue un equipo sin respuestas, superado ampliamente por un Chacarita sólido, que se llevó los tres puntos a San Martín. El equipo está en un pozo que parece no tener fin. Juega cada vez peor, no genera situaciones de gol, no defiende bien y parece haber perdido el amor propio cuando se enfrenta a la adversidad. Hoy estando en desventaja gran parte del partido, no provocó ni una jugada de gol ni arrimó peligro para que, al menos, Chacarita sintiera algún tipo de preocupación. Sin dudas, se vió la peor versión de Arsenal en la temporada. El partido tuvo oscilaciones y diversos momentos. El encuentro empezó parejo, con ambos equipos disputándose la mitad de cancha. Hasta los 25´se vió lo mejor del Viaducto. No porque haya brillado sino porque fue el único momento donde logró inquietar a Cejas. La tuvo Matellán con un cabezazo y, más tarde Diego Galván desaprovechó con un remate muy tibio una chance clara de gol luego de una enorme jugada de Franco Jara. De allí en más, el Arse fue una sombra. Al "Funebrero" le costó acomodarse en la cancha y encontrar el dominio de la zona central, pero luego del golazo de "Cachete" Morales, a los 30´, fue dueño absoluto del partido. De allí en más pareció ser el único equipo en cancha. Las camisetas tricolores se multiplicaban por el campo de juego, con un buen trabajo en la presión y al momento de asfixiar el juego que podía generar el conjunto de Sarandí. Con el comienzo de la segunda etapa, Burruchaga, buscó formar un equipo más agresivo y con más presencia en el campo rival con los ingresos de Luciano Leguizamón y de Matías Pérez. Pero poco resultado le dió. Cuando apenas comenzaba el complemento, Chacarita volvió a golpear, a aprovechar la oportunidad que se le presentó. Esta vez fue luego de un tiro de esquina donde, otra vez, Diego Morales logró cabecear en al área y marcar el 2-0. En esta ocasión con mala fortuna para Cristian Campestrini al que se le escapó una pelota que parecía sencilla. En la cancha se veía que revertir ese resultado iba a ser una tarea más que complicada. Ese segundo tanto fue el golpe de gracia para un Arsenal desorientado. De allí en más, Chacarita, tuvo un dominio absoluto. Controlando cada sector de la cancha, manejando la pelota, generando peligro e incluso floreándose en los últimos minutos. Del Arse nada de nada. Pérdido en la cancha, sin una línea de juego y sin la garra necesaria para, al menos, preocupar a los dirigidos por Fernando Gamboa. Ingresó Matías Sierra, pero también se perdió en la confusión. Jara siguió aislado, bien marcado por los defensores funebreros, al igual que Mauro Obolo. Ni siquiera pudo tener el intento desesperado de enviar centros al área. Para cerrar definitivamente el partido, a los 37´, Facundo Parra convirtió el lapidario 3-0. Se aprovechó de una defensa de Arsenal mal parada para definir por sobre Campestrini en un mano a mano. A esa altura ya era evidente el éxodo de hinchas, tanto de la tribuna como de la popular, desilusionados por el bajo rendimiento del equipo. Con esta derrota, Arsenal, acumula tres caídas seguidas en condición de local, donde además todavía, no convirtió ningún tanto. En los tres partidos fue superado ampliamente, cayendo sin atenuantes. El panorama está complicadísimo, no sólo por los pocos puntos sumados, sino porque no hay atisbos de buen juego o, al menos, de solidez. El equipo está quebrado tanto en el aspecto futbolístico como en el anímico. Revertir este presente es una tarea muy difícil. Obviamente la esperanza la tenemos y confiamos en que puede cambiar. Por ahora es sólo fe, porque lo que se ve en el campo de juego, está a años luz de esos deseos |
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