Atrás quedaron los buenos resultados, aunque en estos dos últimos partidos Arsenal mereció más de lo que se llevó. Con Independiente la derrota fue totalmente injusta, la cantidad de llegadas al arco de Gabbarini fueron una muestra clara de que Arsenal se enemistó con el arco contrario.

Está noche no las generó con tanta claridad, pero sin embargo había acumulado muchos más méritos que su rival, que simplificó los 90 minutos en una contra en donde Arsenal quedó mal parado tras un córner a favor.

Esa jugada bastó para darle una nueva cachetada a Arsenal, que no repitió el juego audaz que supo desplegar el sábado en el Libertadores de América pero sin embargo jugó mejor que su rival.

Huracán no había tenido circunstancias de peligro a favor, pero pudo resolver la más clara que tuvo. Esa fue la diferencia con el equipo de Burruchaga, que tuvo la pelota gran parte del partido pero le costó mucho entrar al área rival. Recurrió mucho a los centros, en donde la defensa quemera se lució despejando todo lo que llegaba desde el aire.

El resultado volvió a ser adverso, pero como frente al rojo Arsenal mereció al menos empatar. En cuanto al juego bajó su nivel, por eso esta noche quedan más preocupaciones y varias cuestiones para trabajar durante la semana. El lunes habrá que visitar a un Boca empobrecido, pero que ante su público buscará recomponer de a poco su imagen.