El resultado del partido de esta tarde no fue el más justo. De acuerdo al desarrollo del encuentro, bien podría haber sido un empate, ya que ambos tuvieron una cantidad similar de situaciones de gol y en juego se repartieron el dominio. Pero hoy se notó claramente, cuando un equipo viene con viento a favor y el otro no.
Arsenal jugó mejor en la primer etapa y en el comienzo del complemento, donde incluso se puso arriba en el marcador, con una excelente jugada colectiva que finalizó el Pelado Alvarez. Pero una
vez abajo en el marcador, el Tomba, salió en busca de la igualdad y, sin hacer mucho esfuerzo, en dos jugadas se llevó la victoria. Tuvo una contundencia envidiable que suelen tener aquellos equipos que están en una racha positiva.
Luego de que le convirtieran el doblete, el Viaducto, se quedó sin resto futbolístico, anímico y físico como para remontar la historia. El Turco Asad paró bien a su equipo e incluso de contra podría haber aumentado en un par de ocasiones. Arsenal no pudo imponer su juego ni sorprender al Tomba. Los ingresos tampoco pudieron servir como para torcer la historia. Ni Jara ni Mosca lograron darle frescura a un equipo que parecía no tener respuestas.
Haciendo el análisis del partido hay puntos positivos, pese a la derrota. La vuelta de Cristian Tula le dió más firmeza al fondo, el buen trabajo de Marcone para recuperar y entregar la pelota limpia, los chispazos de Poggi, el despliegue del Pelado Alvarez y la calidad de Luciano Leguizamon, que cuando está encendido como hoy, es un jugador fino e inteligente.
Con el fin del partido, por suerte, también se va un campeonato muy pobre, con una cosecha magra de puntos que no deja bien parado al equipo, para la próxima temporada, en la tabla de los promedios. De ahora en más es tiempo de trabajar mirando al futuro, ya de la mano de Gustavo Alfaro. Seguro vendrán refuerzos y será tiempo de potenciar la materia que ya está en el club, donde pese a la mala campaña, hay buenos jugadores como para aspirar a algo mejor.
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