El partido fue malo, con muy pocas emociones. El primer tiempo fue dominado por el local, que tuvo más claridad en el traslado del balón aunque sin inquietar demasiado a Campestrini.

Tuvo la oportunidad de ponerse en ventaja desde los doce pasos, pero el uno de Arsenal le tapó muy bien la ejecución a Goltz. La más clara de Arsenal fue un remate de López desde fuera del área, no mucho más que eso en los primeros cuarenta y cinco minutos.

El segundo tiempo fue más movido. Apenas comenzó Huracán abrió el marcador con el recién ingresado Trecco. Sin embargo Arsenal tardó en cambiar de actitud, recién se despertó cuando el partido parecía tener sellada la victoria del equipo de Cappa.

Hubo varias situaciones por lado, pero ninguna demasiado elaborada. Fueron más por desaciertos de las defensas que por mérito de los atacantes. Recién en los últimos diez minutos Arsenal decidió cambiar de actitud para conseguir al menos el empate.

El camino elegido fue sumar hombres en el área y lanzar pelotazos. A los empujones, el equipo de Burruchaga logró arrinconar a Huracán pero igualmente parecía muy lejos del gol.

En la última, cuando ya se cumplían los tres minutos adicionados y tras una jugada muy desprolija, Galván desvió la pelota para lograr el gol y volverse al menos con un punto a Sarandí. Un punto que logró cortar una racha de tres derrotas consecutivas de visitante, pero que no conformó para nada a los hinchas del Arse.