A pesar de que en el primer cuarto de hora fue Tigre el que tuvo las situaciones más peligrosas, Arsenal fue el que encontró el gol y junto con el tanto la desesperación del rival. Pellerano se encargó de manejar los hilos del equipo, y distribuyó con criterio cada pelota que tocó.

Hasta el final de la primera etapa controló completamente el partido, y por buenos pasajes bailó al último subcampeón de Fútbol Argentino. Mereció irse con algún gol más de ventaja, pero la justicia no se haría esperar.

Al cuarto minuto del complemento, Leguizamón clavó un tiro libre juntó al palo derecho de Islas (como ya había hecho en el Apertura pasado) y comenzó a definir las cosas en Sarandí.

Pero la noche no sería tan sencilla. Arsenal, premiado por su "juego limpio" durante el torneo pasado, volvió a sufrir una expulsión, y nuevamente con muchos minutos por jugar.

En una acción innecesaria, apenas pasando la mitad de cancha, Mosquera vio la segunda amarilla e infantilmente dejó al equipo con diez jugadores. Esta situación cambiaría el rumbo del partido inmerecidamente.

Garnero tuvo que rearmar la línea defensiva y resignarse a parar el equipo de contra. Tigre con los minutos fue creciendo, y generó chances como para descontar, pero Campestrini tuvo una nueva actuación brillante y a los dirigidos por Cagna el arco los esquivó toda la noche.

En el final también lo tuvo Arsenal para liquidarlo, pero le faltó precisión en las contras. Sufrió demasiado, mucho más de lo que mereció, si hubiera aprovechado los momentos del primer tiempo, podría haber goleado tranquilamente.

Es rescatable la actuación que se tuvo mientras se jugó en igualdad numérica, sacando los minutos iniciales Arsenal hizo un muy buen manejo del balón, como hace meses no demostraba.

Con la expulsión, eligió bien en cuidar la diferencia para que finalmente diera buenos resultados. Una nueva victoria del equipo de Garnero, que le sirve para seguir liderando, y además mostrando un mejor rendimiento que durante la primera fecha.

En estas dos fechas Arsenal consiguió dos objetivos que durante todo el Apertura le costó muchisimo: triunfar de visitante y ganar dos partidos seguidos. Es un buen comienzo, pero esta historia recien empieza...