A pesar de lo que había demostrado en los últimos dos partidos, donde generó más peligro que su rival mereciendo ganar, el Arse volvió a caer sin saber cuál es su verdadero nivel.

El primer tiempo empezó complicado, ya que Moralez provocaba muchos dolores de cabeza y no lo podían parar. Se notó su desequilibrio, cuando tuvo que salir por lesión y recién ahí Arsenal comenzó a jugar el partido.

A partir de ahí, durante algunos minutos, Vélez no supo cómo jugar y Arsenal se adelantó en el campo. Jara y Leguizamón pudieron asociarse en alguna jugada, pero faltó colaboración de Sachetto y Poggi por los laterales.

Antes de que finalice la etapa, Vélez volvió a encontrar el camino y luego de acumular varias jugadas de peligro encontró el gol.

En la segunda parte ninguno de los dos tuvo la iniciativa. El partido se volvió más que aburrido, y las pocas situaciones de gol estuvieron todas del lado velezano. De a poco, a fuerza de atajadas, Campestrini demostró por qué será convocado a la selección de Maradona.

Si los de Garnero necesitaban una inyección anímica, era el penal atajado por Campes cuando promediaba el segundo tiempo. De hecho, en la salida de la tapada tuvo una contra ideal pero la terminó de mala forma.

El partido estuvo abierto hasta el final. Arsenal no necesitaba mucho para alcanzar el empate, pero nunca supo cómo hacerlo. Ni con tres delanteros, ni con las bolas que metía el arquero en el área rival, ni con las pelotas paradas.

Para terminar la historia, Vélez aceleró en el descuento y encontró el gol que liquidó el partido. Un partido que mereció llevarse, a pesar de casi no haberse despeinado.

Arsenal sigue buscando el triunfo que le levante el ánimo y que permita volver a creer en ellos mismos. En estas dos fechas, enfrentó a dos equipos que aspiran al campeonato, y sin embargo ninguno lo pasó por arriba. Simplemente resta saber aprovechar los momentos del partido. En este fueron la salida de Moralez y el penal detenido por Campestrini, pero ni siquiera de esa manera supo levantar cabeza.