Diluvio y tormenta en Sarandí, cancha pesada. No eran buenos los presagios en el Julio Grondona. Siempre que llueve en nuestra cancha nos va mal, y hoy no fue la excepción.

Tras un primer tiempo discreto pero muy parejo, tanto el Viaducto como el Ciclón se repartieron el juego y las imprecisiones, y las llegadas de riesgo frente a los arcos prácticamente brillaron por su ausencia.

El elenco de Alfaro apostaba a las subidas de Yacuzzi por izquierda, al manejo de Gómez y a las ganas de Calderón en ofensiva.
San Lorenzo oponía algunas apariciones de Silvera y el tesón de Bergessio para pelearlas todas. D´Alessandro no aparecía absorbido por el aceptable trabajo de Pellerano y Casteglione.
Apenas un par de llegadas para la visita y un cabezazo de Casteglione tras un tiro libre fueron las mejores jugadas de la etapa inicial.

En el segundo período, la lluvia no dió tregua y se lo notó algo mejor a la visita, más adelantado en el campo y con la iniciativa en ataque, aunque continuaba falto de ideas.

Parecía que el partido se jugaba solo con córners y tiros libres. Lo tuvo Bilos de cabeza, quien con su ingreso mejoró la zona medio del equipo de Boedo, y casi inmediatamente a los treinta y nueve minutos, Bergessio aprovechó una distracción de Arsenal tras un pelota parada y con un fuerte remate venció a Cuenca.

Quedó para el final la desesperada reacción de Arsenal en busca del empate, pero el empuje fue en vano y el Arse otra vez se despidió derrotado y cabizbajo.

Ahora habrá que barajar y dar de nuevo, volver a pensar en la Copa Libertadores, torneo que hoy por hoy no puede permitir otro traspié de Arsenal, si es que el Campeón Sudamericano piensa seguir haciendo historia en el futbol grande de nuestro continente.
Allá vamos Quito!!!