La victoria frente a Newells fue el puntapié que levantó el animo del plantel, y también el de la gente. Por eso Arsenal llegaba al Nuevo Gasómetro para confirmar que ya había salido del bache que venía transitando desde el comienzo del torneo local.

Las cosas salieron redondas, desde el comienzo hasta el final del partido. En los primeros minutos se notaba la actitud con que Arsenal pensaba jugar la revancha: presionar bien la salida de San Lorenzo, recuperar la pelota, y manejarla en los espacios que se generan en una cancha tan amplia.

Apenas comenzado el encuentro, un corner de Andrizzi terminó en frentazo de Mosquera. Rapidamente el Arse se ponía al frente, y esto le permitiría comenzar a manejar la desesperación del rival, siempre manteniendo la idea con que había salido a plantear el encuentro.

En un momento Arsenal perdió un poco el protagonismo, pero afortunadamente pudo aumentar la ventaja tras un cabezazo de Bottinelli en contra de su valla. Fue importante mantener esta diferencia al menos hasta el entretiempo.

En el segundo tiempo Arsenal siguió manejando a la perfección la pelota, y eso agudizó aún más la falta de ideas de San Lorenzo. De la mano de San Martín, muy bien acompañado por Casteglione, el Arse recuperaba la pelota cada vez que San Lorenzo internaba atravesar la mitad del campo.

Con un zurdazo desde afuera de Calderón, en una jugada calcada al partido frente a Banfield en la anterior participación en la Copa, Arsenal decretó el cierre del partido. El 3 a 0 obligaba a que el Ciclón tenga que meter 4 goles para pasar. A esta altura era imposible, estaba Arsenal más cerca del cuarto tanto que los de Ramón del descuento.

Fue final en el Nuevo Gasómetro. Arsenal apabulló a San Lorenzo, haciendo un partido ordenado, prolijo y jugando con tranquilidad. Con esa fórmula consiguió acentuar el envión que le había dado el triunfo ante Newell´s. Ahora hay que enfrentar al Goias brasilero, con la contundencia con que jugó frente a los cuervos, podemos permitirnos seguir ilusionados.