La lluvia caída antes del partido complicó lo planes para ambos equipos. Lo que habían planteado los técnicos los días previos ya no serviría demasiado, por eso el agua obligó a los equipos a tratar de lastimar al rival sin hacer rodar demasiado al balón.

River se adaptó mucho mejor a esta situación, y es por eso que sacó ventaja en la primer mitad del encuentro. Los de Pasarella hacían mejor pie, y a pesar de los charcos podían acercar algo de peligro al arco de Cuenca.

A pesar de que Alfaro pedía a sus jugadores hacer menos pases y hacer que la pelota avance mas rápido, estos no le encontraban la vuelta. Andrizzi tuvo el empate desde afuera, pero se fue rozando el palo.

La segunda etapa fue otro cantar. Ya con menos agua en el campo, el Arse comenzó a hacer pie y a comprender cómo jugar el partido. Rápidamente se encontró con el empate: una espectacular chilena de Matellán. El jugador surgido en Boca, silenciaba a los hinchas visitantes.

Arsenal siguió buscando, y en un partido de ida y vuelta comenzó a merecer un poco mas que el empate.

Cuando ya se cumplía el tiempo reglamentario, Gandolfi, en una subida arrasadora, dejó varios hombres en el camino y le pegó con zurda desde afuera del área. Golazo del ex River, que ahora pedía perdón por matar la esperanza nacida en River tras la goleada del último domingo.

Nueva victoria para los del Viaducto, que ya no muestran secuelas de los problemas fútbolísticos que atravesaban apenas 15 días atrás. Hoy en Sarandí todo es alegría, Arsenal no para de bajar rivales, y se prepara para el partido frente al Goias.

Esta vez fue de la mano de dos defensores, Matellán y Gandolfi, criados en clubes archienemigos, pero que hoy Arsenal los unió para seguir haciendo de las suyas, ilusionando a toda su gente.