En el primer tiempo Arsenal controló con efectividad la pelota. Dejaba que la maneje San Martín de San Juan, pero sin permitirle que le genere peligro a Cuenca. Además, cuando la ganaban los de Sarandí, sabían cómo llegar hasta el arco contrario.

El gol de Arsenal llegó temprano. Tras un centro, Andrés San Martín le ganó lícitamente en el salto a Monasterio. Luego de la ventaja, Arsenal siguió contratacando cada tanto, y estuvo cerca de ampliar el marcador.

Se redondeó un buen primer tiempo, sobre todo teniendo en cuenta lo mal que se había jugado en el último partido, frente a Vélez.

El segundo tiempo no fue muy diferente. Arsenal ya estaba mas retrasado en el campo de juego, pero la idea era la misma: liquidarlo de contragolpe. Las oportunidades se daban, ya que los locales se iban con muchos hombres al ataque, y dejaban huecos en la defensa.

Calderón y Gómez nunca supieron como aprovechar los espacios, y no pudieron sacar provecho del adelantamiento en el campo que planteaban Quiroz y sus dirigidos.

Los Sanjuaninos chocaban continuamente con la defensa del Arse, y con las salidas rápida parecia que el gol definitivo para los de Alfaro estaba por llegar. Con el ingreso de Garnier y Raymonda se ganó aún mas velocidad, pero la falta de precisión continuaba, y así se diluian cada uno de los intentos.

Arsenal había estado cerca del segundo gol, pero San Martín había hecho méritos para empatar, sobre todo por la audacia que había mostrado. Un error de Garnier en el borde del área iba a dar comienzo a la jugada del empate, que terminaría con un remate a la red de Roth.

El empate era justo, y ya no había tiempo para buscar la vitoria. Garnier tuvo responsabilidad en el gol, pero no en el resultado final. Si bien solo quedaban minutos para que Arsenal se quedará con la victoria, fue todo el equipo el que se aferró al gol de diferencia, y resignó ir a buscar el gol que definiera las cosas.

Rescato lo hecho en el primer tiempo, la solidez que mostró la defensa y la regularidad que lograron San Martín y Casteglione. Las mayores dudas siguen estando en la delantera, cualquiera de las variantes que pone Alfaro en ofensiva no están rindiendo bien. Por como se había dado el comienzo, era un partido para poder liquidarlo de contra y guardar fuerzas para los partidos que se vienen. Pero no pudo ser.

Ahora habrá que obtener un resultado positivo contra Lanús, para lograr un poco de tranquilidad en el torneo local. En cuanto el equipo comience a coordinar mejor los ataques, vamos a volver a la senda de los triunfos.