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La historia de siempre | ||||||
Arsenal volvió a quedarse con los tres puntos cuando el partido se moría, pero merecidamente por la buena actuación desplegada en el primer tiempo, donde generó muchisimas situaciones de gol pero convirtió solo una. |
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Por Diego De Mattei | ||||||
Volvió a ganar Arsenal señores, eso ya no es noticia, ni tampoco es noticia que convierta un gol para seguir sumando a veces de a uno, a veces de a tres, en los últimos minutos del partido; pero lo que si es noticia es que sigue ubicándose en los primeros puestos de la tabla de posiciones, que le ganó merecidamente a Quilmes en el Clásico luego de un primer tiempo donde habíamos visto a un Arsenal netamente superior, que había generado ocho situaciones de gol y se había ido al vestuario apenas ganando por un tanto contra cero. Dió la impresión que habló mucho en el entretiempo con sus jugadores el técnico cervecero Esteban Pogany, además de introducir un cambio fundamental, el de Diego Torres por Carlos Luna para cambiarle la cara a su equipo. Pero también ayudó que Arsenal salió algo dormido a jugar los segundos 45 minutos. Y la suma de todas esas cuestiones alcanzaron par a que Quilmes a los 4 minutos empatara injustamente el partido, por lo que había hecho Arsenal en la primera etapa, pero quizás cobrándole la distracción de haber salido a jugar el segundo tiempo no tan metido como en la primera parte. En el reinicio del juego le costó mucho a Arsenal lograr el nivel exhibido en el primer tiempo, debido a que Quilmes equilibró el trámite y porque también pulió las groseras fallas en defensa del comienzo del encuentro, sumado a que su mediocampo integrado por Chatruc, Romagnoli y Cardozo, levantó notoriamente su nivel como para disputarle palmo a palmo las pelotas a los jugadores de locales que habían sacado mucha ventaja en la etapa inicial. Otro punto destacado del complemento se dió en la clausura del sector izquierdo defensivo de Quilmes, con el ingreso de Rusculleda y con la levantada del uruguayo Pereyra, ya que por ese sector en la primera etapa Arsenal había sacado mucha ventaja con los desbordes de Garnier, con el juego del Papu Gómez, con el fútbol de Santiago Reymonda, y por eso, Arsenal sintió en el segundo tiempo también la posibilidad de escalar y de crear peligro por su sector ofensivo derecho. El partido se tornó emotivo en el cuarto de hora final. Arsenal tuvo en los segundos 45´ minutos cuatro chances claras de gol contra tres de Quilmes, pero pese a que parecía que finalmente iba a ser empate, lo tuvo faltando 5´ minutos Quilmes en la cabeza de Bustos Montoya (desvió Cuenca junto al poste izquierdo), y un minuto y medio después, una gran patriada por izquierda de Ibrahim Sekagya, derivó en un centro al medio del área para el anticipo ofensivo del Piojo Lucas Valdemarin, -que poco había hecho en los 20 minutos que estuvo en la cancha- quien logró empalmar la pelota a la altura del punto del penal y colocándola cerca del ángulo izquierdo del arquero Damián Grosso, quien había sido una de las figuras importantes de este partido, pero nada pudo hacer en el gol decisivo. Arsenal mereció haberlo ganado con más amplitud por lo hecho en el primer tiempo, y por eso nos quedamos con esa sensación y también por eso decimos que ganó bien este partido, pero quizás dejó demasiadas dudas en la segunda etapa, permitiendo agrandarse a Quilmes que primero empató en una llegara esporádica y que sobre el final por muy poco no convierte su segundo gol. Nuevamente la reacción sobre el final, el empuje, las ganas y quizás más ganas que fútbol, le permitieron a Arsenal terminar quedándose con los tres puntos, poner justicia en el marcador, y seguir estando cada vez más cerca de los punteros, con la ilusión intacta de pelear el campeonato y alejarse cada vez más también de los puestos del promedio del descenso, esa misma tabla que lo tiene cada vez más asfixiado y compromtetido a Quilmes, con un futuro de B Nacional. |
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