Después de siete fechas sin victorias, que abarcaron el final de período de Jorge Burruchaga y el comienzo del de José María Bianco, el elenco del viaducto respiró una profunda bocanada de aire fresco para recibir en Sarandí a River Plate el próximo domingo.

Mal partido presenciamos en el estadio del Club Real Arroyo Seco. Un campo de juego con pozos, sumado a las carencias técnicas de los protagonistas fueron los aliados perfectos para un bodrio disfrazado de partido de fútbol.

Arsenal nunca encontró una línea de juego determinada, abusó demasiado del pelotazo frontal y si ganó fue porque hizo pesar su mayor experiencia en la categoría (y la de muchos de sus jugadores) en detrimento de un casi desahuciado equipo rosarino.

Dos cabezazos de sus mejores jugadores (Piris Alvez y Tabares), en apenas un lapso de cinco minutos fueron suficientes para desmoronar a Tiro Federal, que dentro de lo poco visto en el primer tiempo, había manejado mejor el balón.

En la segunda etapa, el trámite del juego no cambio, la pelota siguió viajando mucho por el aire, y pese a que el arse pudo ampliar el marcador, prefirió guardar energías y no arriesgar más ante un conjunto local que se debatió hasta el final contra su propia impotencia ofensiva e inoperancia en defensa.

Sumó tres puntos Arsenal y no es poco, pero en cuanto al nivel de juego exhibido quedó claro que debe mejorar, y mucho…