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El que ríe último ríe mejor | ||||||
En un encuentro interesante, Arsenal hizo meritos suficientes para ganar pero terminó empatando agónicamente. |
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Por Diego De Mattei | ||||||
Tenía que llegar el ansiado gol, no podía demorarse más, la fría noche marplatense despedía el debut tresarroyense en el estadio Mundialista y Arsenal se volvía inmerecidamente con las manos vacías a Sarandí. Pero apareció el trabajo de la semana, disfrazado de tiro libre por el sector izquierdo y con un cabezazo-asistencia-gol de Casteglione y la posterior arremetida definidora de Esmerado sobre la línea de gol, le daba al Arse al menos un ínfimo premio por lo hecho a lo largo del partido, pero premio al fin. El comienzo del partido encontró a dos equipos con las intenciones de juego puestas en el arco rival, apostando al pelotazo largo uno (Huracán de Tres Arroyos) y al juego corto y asociado el otro (Arsenal). El trámite agradable del encuentro no daba respiros. Situaciones de gol por aquí y por allá. Primero el palo se lo negó a Natalicchio, después el arquero Pardal y el poste lo privaron a Ormazábal...era así , de ida y vuelta. El estado blando y barroso del campo de juego le restó piernas a los jugadores, que sin embargo se prodigaron por el espectáculo. El primer tiempo terminó con una paridad absoluta en el marcador, en las oportunidades de gol y en los merecimientos de cada uno. Pero todo cambió en la segunda etapa. Arsenal se metió de lleno en terreno del local, presionó más allá de la mitad de la cancha, recuperó y manejó la pelota y atacó por todos los flancos. Por eso no extraño la sucesión de llegadas con peligro al arco custodiado por Pardal. Primero un tiro libre- misil de Nuñez que el arquero no retuvo y solo-solito Hirsig definió pifiado; luego una pelota que Calderón le bajó de cabeza de manera formidable a Denis y éste a metro y medio de la línea de gol disparó desviado y después otra de Caldera que tapó el golero... Todo era de Arsenal y el globo se pinchaba, pero llegaron los cambios providenciales del DT Anzarda y a poco de ingresar, Caggiano y Molina se encargaron de refrendar aquél axioma que dice que "dos cabezazos en el área terminan el gol". Así fue, asistió el ex-Independiente y de palomita sentenció el uno a cero Molina desde el punto de penal. Inmerecido pero real. Arsenal movió piezas del medio hacia adelante, fue con todo en busca del empate y por poco se salvó de sufrir un segundo gol. En primera instancia el volante Izquierdo mano a mano con Limia hizo lucir al 1 de Arsenal y luego Caggiano en buena posición desperdició con un frentazo alto otra clara situación de gol. Siguió empujando el Arse, se quedó sin fuerzas el local y a segundos del final, la zurda de Nuñez, la cabeza de Casteglione y las ganas y bronca de Esmerado hicieron justicia en la Feliz. Atrás quedaron algunos fallos dudosos del árbitro Collado, en su mayoría contra la visita, gol anulado incluido tras una falla defensiva de Huracán, por supuesta posición adelantada de Denis. |
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