No hay caso, ni la buena suerte ni los arbitrajes están con el Arse.

La semana pasada nos quejábamos de la pésima actuación de Sequeira ante San Lorenzo y ahora nos tocó sufrir un "robo a mano armada" con el gol que Brazenas le invalidó a Calderón.

Y para colmo, sin árbitros mediante, el Arse no pegó una. Tras un primer tiempo discreto pero parejo, Olimpo parecía querer llevarse al Viaducto por delante en la segunda etapa. Aunque poco duró el envión bahiense. Bastó que Galván se fuera expulsado por doble amarilla para que el Arse monopilizara el juego, se hiciera dueño de las acciones y convirtiera a Gaona en la figura indiscutible del partido al tapar cuatro opciones clarísimas de gol.

Preveímos un final feliz para todo Sarandí y aledaños pero una nueva distracción defensiva permitió que el lungo Delorte anotara para el local (de manera similar al gol que sufrimos con Miranda de Almagro) y todo Arsenal se sumiera en la desesperación.

No alcanzó el empuje del final, ni el amor propio ni las ganas, se recibió el cuarto de gol de los últimos cinco vía cabezazo y regresamos penando 700 kilómetros hacia Buenos Aires con más incertidumbres que certezas y esperando que el Boca perdedor modelo 2004 continúe con su racha en Sarandí, al menos para cortar la nuestra...

Un pai por Saranda please....