Parecía que el Arse se hacía "la gran Córdoba" cuando a los ‘8 Martín Vilallonga coronó con gol una gran jugada en ofensiva que empezó el Pato González y asistió Santiago Hirsig. Arsenal se ponía rápidamente en ventaja y con la pelota en su poder tenía controlado a un conjunto local que no daba "pie con bola".

Pero duró poco el dominio visitante. Conformismo y a esperar???? Mérito de la apuesta al "todo o nada" de los hombres de J.J. López????... Ambas hipótesis pueden ser probables, pero en pocos minutos Talleres se despertó, inundó con pelotazos aéreos las cercanías del arco de Limia y complicó más de la cuenta. Arsenal perdía y perdía en todos los envíos por arriba y de a poco se acrecentaba la figura del uruguayo Víctor Píris Alvez, como postre la figura indiscutida del encuentro.

Empató Velázquez de cabeza, el travesaño se lo negó a Alvez con otro "testazo" y Arsenal ya no tenía el control de la pelota. Pasó el primer tiempo y respiramos aliviados. Pero la segunda etapa nos recibió con más errores defensivos y Píris Alvez colocó el dos a uno, más tarde Osorio amplio la diferencia a dos tantos y también con la cabeza. Las cartas venían mal barajadas. Estaba más cerca Talleres del cuarto que el Arse del segundo, pero Víctor López agarró a Molina en el área, el juez Giménez no dudó y el penal lo convirtió Calderón.

Y los de Sarandí empezaban a remar. Aunque duró poquísimo la esperanza. Seis minutos después Molina le hizo una toma de catch al uruguayo Píris Alvez y la pena en pies de De Bruno derivó en el cuatro a dos.

Caruso aportó juego adelante, se le asoció Fernández Di Alessio y en el envión del final y con un Talleres ya replegado y apostando al contraataque, Calderón con un tiro de propio sello fusiló a Marcos Gutiérrez y decretó el 3-4 final.

Mucho para corregir atrás y contundencia adelante, llegó cinco veces y metió tres goles pero no sirvió de nada, porque se vino con las manos vacías a Sarandí.