Arsenal venia aliviado, había conseguido ganar en la última fecha, después de ocho partidos sin hacerlo. En cambio San Lorenzo estaba asfixiado una racha parecida a la que sufrió el Viaducto. Así empezó la tarde noche en el nuevo Gasómetro.

San Lorenzo desde el minuto cero, demostró que tenia que ganar, porque ya se complicaba la relación con la gente. Pero enfrente había un equipo muy bien parado, sin demasiadas aspiraciones en el ataque, pero con una muralla en el medio y otra, todavía mas alta en la defensa.

Con esta situación se encontró el ciclón durante casi todo el partido. Los problemas en Arsenal surgían cuando en el ataque se perdía la pelota, y San Lorenzo metía la contra con una gran velocidad. La mayoría de las situaciones de gol de San Lorenzo llegaron de esta forma.

Y las mayores falencias de Arsenal, como mencioné en el párrafo anterior, estuvieron arriba. El equipo no podía dar dos pases seguidos cerca del área del local, y cada vez que la perdían dejaban mal parado al equipo. Solamente se pudo crear una situación de gol, que vino de la mano de Casteglione, que cabeceo sólo frente a Ramírez, que resolvió muy bien enviándola al corner.

daba la sensación que el partido así como se podía perder se podía ganar. Solamente era cuestión de enhebrar una jugada, ya que San Lorenzo le daba muchos espacio en el fondo, ya que estaba preocupado por atacar. Y el Arse se preocupo por defender, por eso esa jugada tan esperada para quedarse con la victoria nunca llegó, pero también es cierto que el punto venía mas que bien.

Ante este rival era importante un empate, y todos somos consientes que estos no son los partidos que esperamos ser protagonistas. Hay otra clase de partidos en donde el rival no tiene las armas que puede tener este San Lorenzo (por ahora dormidas), y por eso Arsenal deberá salir a buscar quedarse con el triunfo. Uno de esos encuentros, es el del próximo sábado, será cuestión de esperar.