De entrada vimos a un equipo visitante plantado en la mitad de la cancha, con intenciones de disputarle el partido de igual a igual a Central, con la idea de recuperar rápido el balón y salir velozmente por los costados. Arsenal jugaba mejor que Central en el inicio, pero en una desinteligencia defensiva el mellizo Gustavo Barros Schelotto abrió el marcador. Casi sin quererlo y menos merecerlo, los dirigidos por Miguel Angel Russo estaban al frente del marcador. La visita no se desordenó, no desesperó y poco a poco fue haciendo méritos para lograr el empate.

Primero lo tuvo Quinteros y Gaona lo evitó, después Hirsig se lo perdió increíblemente dentro del área chica, y más tarde Ruiz no pudo cabecear bien la pelota cerca del arco.

La primera etapa se iba y Central se llevaba demasiado premio......

En el segundo tiempo esperábamos ver al mismo Arsenal decidido de la etapa inicial, pero Central sorprendió y en los primeros ’15 del complemento buscó con tozudez el arco defendido por Limia, en pos de ampliar el marcador; Y cuando el elenco de Sarandí transitaba su peor momento futbolístico, en la primera llegada del segundo tiempo el Polo Quinteros acertó con un soberbio cañonazo desde fuera del área para llegar al empate, para impacientar al público local y desmoronar a los jugadores canallas.

Creció la figura de Juan Fernández, Calderón se tornó imparable y por eso no extrañó que a los ’28, el mismo "caldera" de tiro libre estampara el 2 a 1. Se acentuó el desorden local, y Arsenal cada vez más resuelto y ejecutando las partituras ensayadas, entonó cerca del final el canto del tercer gol vía Hirsig.

Orden, eficacia, solidaridad y contundencia fueron los apuntes de la semana que de memoria aplicaron los jugadores en el exámen del domingo en Rosario.

Ahora a "cop-arse" y a apostar por más....