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Lejos de lo que fue | ||||||
Quilmes pegó dos veces y se llevo la victoria. El equipo de Burruchaga estuvo lejos de ser el que le ganó a River. | ||||||
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Por Ignacio Cejas | ||||||
Habían pasado solo cinco días del triunfo más importante de la vida de Arsenal, y casi sin disfrutarlo el clásico con el cervecero fue demasiado partido para el viaducto, envuelto en una nueve de algarabía. El partido fue realmente malo y no precisamente por la derrota. A los quince minutos no se registraban llegadas a los arcos. Por ese entonces el partido se hundía en un mar de imprecisiones. Sin dudas el gol de Quilmes fue de otro partido, un contraste absoluto con el encuentro. Un remate de Herbella que sorprendió a Limia, lejos de llegar al balón. Arsenal tuvo su oportunidad del empate en los pies de Cristian Gómez, pero el arquero local Pontiroli, rápidamente se encargó de detener. El 10 del celeste y rojo no está rindiendo de la mejor manera, y me detengo en él porque sé que puede dar mucho más. Le falta compromiso con el juego y con el equipo, por eso Arsenal careció de claridad en el ataque. En un partido lento y trabado como este, jugadores de la habilidad del “gomito” son los que se necesitan. En la segunda parte Arsenal salió a buscar el empate, se adelantó en el campo, pero en esa búsqueda de protagonismo quedó mal parado en defensa. En el primer ataque de Quilmes en esta parte del encuentro, Garnier se encontró solo con Limia, tocó hacia el medio y Ceballos puso el dos a cero. Con el resultado adverso, Burruchaga puso a Vilallonga acompañando a Denis en el ataque. Con esto logró ejercer más presión en el campo de Quilmes, pero siguieron las imprecisiones, no fue el mejor partido de los medio campistas. Tal es el caso de Esmerado que estuvo a punto de la expulsión. A pesar del flojo funcionamiento, a los ponchazos llego el descuento. Luego de varios rebotes Vilallonga puso el 1-2. De aquel momento en adelante fue todo buscar y buscar, pero nunca se dio la oportunidad. Ni siquiera el cambio de Romero por Molina que dejo el equipo con tres defensores y tres delanteros pudo acercar a Arsenal al empate. Los de Sarandi nuevamente se encontraron con sus dudas, las dudas del equipo que sabe ganarle a los mejores y perder con rivales inferiores. Estoy seguro que los jugadores se sintieron mejores que Quilmes y esa condición no es la más cómoda para el equipo de Burruchaga. Hasta el momento con rivales directos como Rafaela y Quilmes, Arsenal vio la derrota. El domingo Banfield será otro rival que busca el mismo objetivo, aunque este pasa por un gran momento y seguramente se dará un partido mucho mas entretenido. |
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