El comienzo no era nada fácil, las caídas con Colón y San Lorenzo pesaban en cada uno de los jugadores de Arsenal. La de Colón no tanto, había sido una distracción, pero la del último miércoles no había dejado descansar a los protagonistas, querían revancha para remontar esa tarde en que habían sido ampliamente superados por el Ciclón de Gorosito.

Y apenas empezó el partido se vio bien claro lo que quería Arsenal: llevarse los tres puntos. Llevaba la pelota con claridad, dominaba en todos los sectores a Gimnasia, y llegaba al arco de Olave, pero sin la puntería suficiente como para embocarla.

Gimnasia estaba muy impreciso, la salida desde la defensa le estaba ocasionando más de un dolor de cabeza a Griguol, Arsenal se la robaba muy seguido. El que mas atento estaba a estos descuidos era Santiago Hirsig, que tuvo un impecable primer tiempo.

Pero luego el Arse comenzó a quedarse y Gimnasia emparejó el juego, igualmente no generó demasiado peligro, por eso era el Arse el que merecía estar en ventaja. Si algo le faltaba a este equipo era un lesionado más: Olave lo bajó a Denis en el área y tuvo que dejar la cancha, y encima el árbitro no vio nada.

Y así finalizaron los primeros 45, con un Arsenal mucho mas claro que el local. Pero los de Burruchaga no pudieron mantener este ritmo en el segundo tiempo. Gimnasia se adueño de la pelota, y Arsenal lo único que pudo hacer fue pararse para la contra. Y esto tuvo resultado: a los 9 minutos Choy González abrió para el local, en una jugada muy rápida, parecida al primer gol que nos hizo San Lorenzo. Pero inmediatamente, tres minutos más tarde desde un corner nació el empate de Arsenal: la jugaron corta con Hirsig, mandó el centro y el “Pato” saltó solito y se la puso en el ángulo a Olave, inatajable.

Arsenal lo empataba en el momento justo, apenas había marcado Gimnasia, si comenzaban a pasar lo minutos Gimnasia se iba a retrasar y a Arsenal se le iba a hacer muy difícil, recordemos la dificultad que tiene el Arse para remontar un partido.

Pero después de los goles, el partido nuevamente se iba a jugar en el campo del celeste y rojo, y uno de los responsables de que no fuera una derrota fue Limia, que tapó varías pelotas con destino a la red.

Y en el ataque de Arsenal estaba Vilallonga un poco retrasado y Romero más arriba. Si bien no les llegaba mucho, nunca pudieron encarar a los defensores del Lobo, y las pocas que pudieron armar se morían afuera del área. Ni siquiera la entrada de Caruso pudo ayudar en algo.

Y el partido terminó conformando a ambos bandos, los dos venían de dos derrotas seguidas, y sabían que lo más justo era repartir los puntos. Burruchaga se fue conforme, sabe que nos falta ganar de visitante (tres derrotas y tres empates) pero después de quedarse con las manos vacías en los partidos anteriores, se valora más el punto.

Ahora va a haber que concentrarse y jugar más ordenado y metido en el partido, los rivales que se vienen están en un buen momento, y no van a perdonar ninguna de las desatenciones que se vienen produciendo. Será el momento de dar otro gran salto, como el de la séptima fecha.