Perdido, así quedó Arsenal luego de caer derrotado en el parque de la Independencia por Newell´s. Un equipo que ataca, que genera situaciones pero que no las concreta, un técnico que apostó a la contra frente a un rival que casi no la atacó en todo el partido. La desazón se siente más si encima los que luchan por no descender ganan y se acercan cada vez más. ¡Pero ojo! En el campeonato Apertura a esta altura el equipo de Burruchaga había conseguido cuatro puntos en tres fechas y luego perdió tres partidos seguidos, si el arse consigue vencer al puntero Velez volverá al camino que lo depositaron en el campañon de los 27 puntos.

La idea de Arsenal en Rosario era, mínimo llevarse un empate, por eso el DT sacó a Morales y lo puso a Vespa, un cambio que no comparto. Si la idea de Burruchaga es quedarse en la categoría yendo a buscar los partidos, sacando a lo “mejorcito” del equipo no es forma ni mucho menos. Para colmo Manrique le cometió un penalazo a Marino y Silvani que no hacía un gol desde el 95 en el fútbol argentino puso el uno a cero para la lepra.

En el segundo tiempo el arse tuvo que enfrentar la condición que peor le queda, salir a buscar los partidos. Ya le pasó con Racing, y ahora ante Newell´s, todo lo bueno que produce de contra, no lo puede sostener cuando la obligación lo lleva al arco contrario. Aunque la entrada de Javier Morales pudo darle un poco de idea al equipo del viaducto, pero no fue suficiente. Su chance fue luego de un enganche hacia el centro en la media luna, con un remate que se fue bien al ladito del palo.

El tiempo pasaba y la desesperación aumentaba. Cristian Alvarez y el pulpo González llenaban el área de Passet de centros cruzados, que no tuvieron éxito.

En el final la derrota se hizo ineludible y Ponzio con un golazo de tiro libre se encargó de confirmarla.

La cosa pinta complicada para Arsenal, más que nada porque todos los de abajo suman y le dan pelea a cualquiera. La historia puede cambiar ante Velez y que mejor que viniendo puntero para bajarlo. Una victoria que se necesita para volver a creer, ellos (los jugadores), en ellos mismos.