Arsenal está jugando al límite con el descenso, ahora ya no es tanta la diferencia con los otros equipos. Una victoria sacaría todas las dudas y planteos que nos hacemos los hinchas. Es cierto que lo hecho en la primera rueda dejó aires de tranquilidad, pero nunca debe existir el conformismo, es este el momento de demostrar que merece seguir jugando en la primara división.

Fue un partido de esos que definen cosas importantes, y así de jugó desde un principio, sin especulaciones, con mucho roce físico y verbal, con nervios y por sobre todas las cosas con mucha pasión.

El visitante empezó mejor, diferencia que se notó a partir de los primeros quince minutos, con la manija de Amaya y Carreño, este último se la robó a Ruiz y luego no pudo con Limia. Arsenal mientras tanto contestaba con un cabezazo de Patricio González que se iba junto a un palo.

Aunque Chicago no era tan superior a Arsenal, conseguiría la ventaja a los veintiocho minutos, tras un centro de Darío Zárate para Diego Ceballos que anticipó a la defensa con un frentazo al primer palo.

Con la ventaja para los de mataderos terminaba la primera etapa. Sánchez y Cia. se fueron rodeados de jugadores de Arsenal. Es que el conjunto de Burruchaga siguió protestando por el primer gol anulada a Silvio González, quien parte claramente en posición legitima por detrás al defensor.

En la segunda parte del partido cambió totalmente la imagen del equipo del viaducto, se plantó en campo visitante y de a poco lo fue llevando contra su arco. Aunque de tanto ir se descuidó en el fondo y tuvo que sufrir otros dos mano a mano de Carreño y una salvada impresionante de Alejandro Limia, quien ratificó su gran momento.

El pulpo González nuevamente fue protagonista de una jugada dudosa, en esta sí aparentemente había posición adelantada de Romero en la jugada previa a la definición del número nueve.

Luego de buscar y buscar. Llegaría la igualdad y un grito de gol muy anhelado en Sarandí, fue unos de esos goles que se necesitan y de los que no abundan en Arsenal. Cristian Alvarez en pelota parada envió el balón al corazón del área chica, para el frentazo de Ariel Romero que se sacó la mufa y pudo festejar. Porque anteriormente un cabezazo del delantero había pegado en el travesaño.

El empate fue justo, un tiempo por bando, un punto para repartir y la tranquilidad de saber que no se perdió con un rival directo.

Arsenal necesita una victoria urgente que saque todas las dudas, que confirmen que este es el mismo equipo que deslumbró a todos en el Apertura. El domingo en Santa Fé es una gran oportunidad, ante otro rival directo que viene sumando. Si no, habrá que empezar usar la calculadora.