Tercer partido en que el Arse no puede convertir goles. Pero esta tarde no fue precisamente por no generar situaciones de peligro ya que el equipo de Alfaro jugó 45 minutos casi perfectos. Digo "casi" porque le faltó el gol, que inclusive pudieron ser más de uno. Durante esa primera parte Arsenal arrinconó a los rosarinos en su campo, y con mucho movimiento de sus volantes y con Ortíz adueñándose de la distribución del balón, le genero muchas situaciones de peligro, las más claras a través de Choy González a quién los palos le negaron el gol en dos oportunidades.

La Lepra venía de jugar por la copa entre semana, por lo que podía llegar a esperarse que sus jugadores sintieran el cansancio durante el complemento, pero no fue así. Fue Arsenal el que sufrió el desgaste, y para los segundos cuarenta y cinco minutos bajó muchísimo su nivel.

El visitante, con algunas modificaciones de por medio, alteró completamente su actitud y fue a buscar los tres puntos. Afortunadamente, se encontró con un Campestrini que no falló en ninguna y fue fundamental para conservar al menos el punto del empate.

La historia fue similar a la del partido versus Vélez. Arsenal salió muy motivado y mostró lo mejor en la primera mitad. Mereció marcar al menos un gol, y tras un gran esfuerzo en el segundo tiempo bajó su nivel. Le permitió crecer al rival, y estuvo muy cerca de quedarse sin nada. Seguramente, si empieza a concretar cuando tiene esos momentos de muy buen fútbol, podrá lograr la tranquilidad necesaria para manejar el resto del partido. Situaciones no faltaron, solamente faltaron los goles.