No fue el clásico partido que vivimos casi todas las veces que fuimos a la Bombonera. Generalmente, más allá de la posición en que se encuentre Boca, al Arse le toca sufrir mucho en su arco y le cuesta llegar al de enfrente.

Esta tarde-noche fue distinto. El partido fue entretenido y ambos equipos tuvieron sus chances para quedarse con los tres puntos. Alfaro quiso aprovechar el flojo momento de Boca que venía de quedarse sin técnico unos días atrás, y por primera vez en el torneo salió a jugar con tres delanteros.

Apenas empezado el partido Arsenal tuvo la chance de sacar ventaja, pero fue invalidado por el línea en una jugada muy pero muy fina. Arsenal no tuvo mucho más que eso en la primera parte, en donde Boca fue más ambicioso. Una pelota que López tardó en despejar le quedó servida al juvenil Araujo, quién maniobró rápidamente dejando a la defensa desacomodada y puso al local en ventaja.

En el complemento iba a llegar una reacción de Arsenal. En la primera ya selló el empate. Desde un tiro libre llegó el cabezazo de Lisandro López para que luego de dar en el palo igualara el marcador. Con el gol Arsenal creció y se fue en busca de la victoria. La tuvo en un par de jugadas, pero no las aprovechó y en una salida rápida de Boca, tras un error de Campestrini, Palermo adelantó a los xeneises nuevamente en el tablero.

En el mejor momento de Arsenal y cuando apenas quedaban quince minutos, se vino todo abajo. Igualmente tuvo alguna que otra chance más, una muy clara desperdició Leguizamón que tardó una eternidad en definir ante la salida de García. Boca se quedó con el triunfo porque fue más prolijo y porque Arsenal no se animó a acelerar hasta el fondo cuando tenía todo para quedarse con el partido. Una racha negativa, cuatro partidos sin victorias que nos dejaron muy lejos del puntero y varios rivales se acercaron en el descenso. Quedan cuatro partidos por delante y este equipo tiene mucho más para dar. Esperemos verlo contra San Lorenzo.