A pesar de que Arsenal tuvo a un sólo jugador nuevo con respecto al Apertura donde terminó tercero, esta tarde-noche no pareció ser un equipo que se conocía desde hace tiempo. Es cierto que tuvo algunas bajas importantes para este partido, que se hicieron sentir. Donde más se notó fue en la defensa, las ausencias de Nervo y Aguilar se sufrieron durante todo el partido.

Lanús no tuvo un gran nivel, pero supo aprovechar el sector derecho de Arsenal que mostraba debilidades. Casi todos los ataques fueron iniciados por Regueiro, la figura del local. El primer tiempo Lanús tuvo las más claras, pero no pudo abrir el marcador.

Al comienzo del segundo período, tras un centro de Regueiro, Diego Valeri pudo vencer a Campestrini que hasta ahora era la figura de Arsenal. El Arse ya no podía especular con la generación de alguna contra y tuvo que salir a buscar el empate. Le costó mucho tomar la iniciativa, pero con los ingresos de Leguizamón y luego Mendoza, supo adueñarse de la pelota.

Lanús había sido más durante todo el partido, pero Arsenal con amor propio logró el empate. Fue con un tiro libre impecable ejecutado por el debutante Caffa. Inatajable.

Sólo quedaban siete minutos, pero el conjunto de Sarandí envalentonado quería la victoria. Y la tuvo, Mendoza, otro de los refuerzos, estuvo a punto de marcar el segundo gol. En el mejor momento de Arsenal, Lanús ajustició el marcador. Encontró mal parado al fondo del Arse y en tiempo cumplido sacó ventaja. En el adicional, estiró el marcador y decreto el 3-1.

Esto es recién el comienzo, el equipo de Alfaro estuvo muy lejos de su nivel y careció de audacia para salir a ganar el partido desde el minuto cero. En una semana tendremos revancha y esperemos que el plantel pueda aprovecharla.