Apenas corrían cinco minutos de partido y Arsenal ya se encontraba en ventaja. Un tiro libre de Caffa peinado por Lisandro López dejó sin respuesta a Islas para abrir el marcador en Sarandí. Con el correr de los siguientes minutos Arsenal justificó la diferencia y comenzó a hacer méritos para ampliarla.

Los ingresos de Nervo, Aguilar, Aguirre y Leguizamón le permitieron a Alfaro recuperar la solidez defensiva y lograr mayor dinámica en ataque. Se vio al equipo mucho más aceitado, generando varias oportunidades de gol que convirtieron a Islas en protagonista del encuentro.

Por el lado de Tigre muy poco. Muy poco cuando jugaba con once y más se le complicaría con la expulsión de Román Martínez. Arsenal también sufriría lo suyo: Leguizamón debió salir reemplazado apenas unos minutos después. Estos dos sucesos cambiarían sensiblemente el rumbo del partido, porque Arsenal no supo mantener el nivel ni tampoco sacar ventaja del hombre demás.

En el complemento se emparejó el partido. Tigre no encontraba claridad para acercarse a Campestrini, pero tampoco Arsenal lograba liquidarlo. El Arse por momentos se apuraba en ir al frente y por otros se volvía demasiado lento y no avanzaba. De todas formas inquietó en algunas jugadas al fondo del matador y merecía asegurarse la victoria.

Ortíz, recién a cuatro minutos del final, logró el segundo grito con un remate desde la medialuna para terminar la noche con tranquilidad. El viaducto mejoró mucho con respecto al debut con Lanús aunque perdió juego tras la salida de Legui. La victoria sirve mucho, primero para superar la derrota de la fecha pasada y también porque es un buen punto de partida para seguir mejorando en busca del equipo duro y efectivo que supo ser el semestre pasado.