Que el fútbol es un estado de ánimo ya está dicho, y Arsenal lo viene demostrando partido a partido. Esta noche quedó en evidencia el ánimo de un equipo que había empezado mal el torneo pero que hace siete fechas reencontró el rumbo, mientras que el otro había arrancado con las mejores expectativas pero de a poco fue perdiendo la confianza en sí mismo.

Es difícil determinar si Arsenal viene jugando peor que el torneo pasado donde se terminó en la tercera posición, pero sí está claro que la falta de resultados lo está haciendo perder partidos que antes supo ganar.

Esta noche hizo un partido aceptable pero falló varias situaciones de gol que tuvo dentro del área. Algunas muy claras; pudo ser de Leguizamón, Obolo o Franzoia, pero no fue de ninguno. Pelotas que antes iban adentro hoy ya no son gol, esa es la diferencia con el rival. All Boys venía envalentonado con un gran triunfo en el Monumental y el buen estado anímico lo hizo jugar suelto y con mucha tranquilidad. Tan sólo tuvo que esperar el momento oportuno y con un zapatazo se llevó los tres puntos.

A pesar de que el conjunto de Alfaro intentó de muchas maneras nuevamente se quedó con las manos vacías. Como contra Racing y en otros tantos partidos, no fue menos que su rival pero la falta de tranquilidad lo hace errar el último toque. El fixture que se viene es muy complicado, para mantenerse en Primera habrá que dejar atrás las fechas anteriores y mirar hacia adelante.