Por Nicolás Falanga. | ||||||
Arsenal hizo un buen partido en Liniers pero no pudo contra la efectividad de un gran equipo como Vélez. El primer tiempo marchaba parejo, pero Arsenal había tenido las chances más riesgosas a su favor. La más clara: un zapatazo de Carbonero que se estrelló en el travesaño ante la mirada resignada de Barovero. Todo indicaba que podía ser el día en que Arsenal derrote por primera vez a Vélez en su casa, pero en apenas tres minutos cambió el panorama por completo. Augusto Fernández abrió el marcador para el local y tres minutos después Martínez estiró la ventaja con un penal polémico. A pesar de quedar mucho por jugar, pintaba muy complicado remontar un resultado así ante un rival como Vélez. El segundo tiempo siguió parejo, pero Arsenal parecía no tener la confianza con que había empezado el partido. Tras el primer cuarto de hora, Fernández volvería a marcar y ahora sí la diferencia parecía imposible de alcanzar. Vélez no había jugado mejor que Arsenal, pero hizo la diferencia aprovechando al máximo las situaciones de gol que tuvo. Sin embargo Arsenal siguió buscando. Carbonero, la figura del conjunto de Alfaro, encabezó una corrida para que Zelaya de cabeza marcara el descuento. Cuando faltaban menos de diez, Leuizamón clavó un tiro libre en la red y ponía suspenso a un partido que parecía terminado hace rato. Los minutos restantes no alcanzaron para rescatar un empate y Arsenal se quedó sin nada. Es un resultado injusto porque al menos mereció el empate, pero ante un rival tan aceitado no se pueden desperdiciar situaciones de gol porque se terminan pagando de esta manera. Es vital sumar un triunfo en el encuentro contra Racing para acomodarse un poco mejor en la tabla de los promedios. |
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