El partido fue chato, jugado muy lejos de los arcos. El local sacó provecho de dos errores del fondo de Arsenal y en un instante liquidó el partido a su favor. Ninguno había hecho méritos para estar en ventaja, pero el bicho cuando lo tuvo no perdonó.

 

Arsenal prácticamente no llevó peligro al arco rival durante todo el encuentro. Esta vez tampoco supo sacar provecho del juego aéreo, que venía siendo su mejor arma en este 2014.

 

Con muy poco el conjunto de Borghi sumó una victoria que lo ilusiona con poder mantener la categoría. Mientras Arsenal, con la doble competencia, sigue buscando su nivel y ya piensa en el partido frente a Quilmes que vale más que tres puntos.