En su visita al estadio de La Ciudadela, Arsenal dejó la sensación de seguir sin saber cuál es el rumbo para dejar de perder en cada una de las salidas de Sarandí.

Cansado de los malos resultados, Garnero pensó que superpoblando la defensa podía llegar a cerrar los espacios que convirtieron a Arsenal en el segundo equipo con más goles en contra, quintuplicando la cantidad que le convirtieron al puntero San Lorenzo.

Con este planteo, no se explica la manera en que promediando la primera parte Daniel Vega, el punta del equipo tucumano, recibiera en soledad para definir hacia la red en el mano a mano contra Cuenca.

Los minutos siguientes fueron puro sufrimiento. La defensa de Arsenal no hacía pie y San Martín tuvo situaciones como para ampliar el marcador.

Ya con el resultado en contra, y con un planteo con tan pocos hombres en ofensiva, a Arsenal se le tornó imposible remontar la historia.

En la segunda mitad Garnero hizo variantes, pero prácticamente mantuvo el mismo esquema hasta el final del encuentro. Es cierto que las lesiones y enfermedades complican al momento de armar el equipo, pero sin embargo es alarmante que Arsenal termine nuevamente un partido sin haber generado una sola situación clara de gol.

A pesar de haber protagonizado remontadas heroicas como frente a Banfield o Vélez, cuesta recordar algún partido en el que Arsenal haya jugado bien los 90 minutos. Arsenal necesita que el técnico y los jugadores entiendan cuál es el rumbo para salir adelante, y así recuperar el poderío que se tenía hace apenas unos meses.

Como si fuera casi una costumbre, Arsenal empezó sufriendo. Y esta vez más que nunca, ya que por un lapso de 5 minutos en donde se quedó dormido, Vélez no perdonó y facturó en las tres jugadas consecutivas que generó.

Parecía imposible encarar el partido después de esa seguidilla de golpes, pero Arsenal supo hacerlo. Cuando los reproches comenzaban a llegar desde las tribunas, Matellán ganó de cabeza dentro del área y achicó la distancia. Y en un momento decisivo, antes de llegar al descanso, sería “papu” Gómez el que ganaría por aire y dejaría al Arse apenas un gol abajo en el marcador.

El entretiempo sembraba una idea clara: Arsenal no tenía nada que perder, mientras que Vélez, enfrente, jugaba mucho más que tres puntos.

De esa manera, Garnero se la jugó y fue con todo en busca de más. Con Leguizamón en cancha, plantó un tridente que constantemente esperaba un error rival.

Vélez nunca se decidió entre ir a buscar la definición del pleito, o aguantar el gol de ventaja que aún conservaba. Entre tanta indecisión, llegó una jugada de pelota parada que Gómez aprovechó fuera del área y canjeó por gol. Empate, y aún quedaban treinta minutos de juego.

El Arse siguió insistiendo, pero sin embargo Vélez no se resignaba. Los últimos minutos dejaron en evidencia el desgaste de un partido tan vibrante, y Arsenal se quedó sin fuerzas como para definir el partido.

A pesar de no haber logrado la hazaña del triunfo, se buscó hasta el último segundo. El empate es muy meritorio y festejado, sin embargo queda la sensación amarga de empezar siempre con el pie izquierdo y nunca poder manejar un partido holgadamente.

Se prolongó el invicto en Sarandí, pero de nada sirve si se sigue perdiendo de visitante. Arsenal tiene la necesidad de repetir las cosas buenas que demostró esta noche, y así traer al menos un punto de Tucumán.

Desde Agosto del año pasado, Arsenal se había acostumbrado a tener la cabeza en varias competiciones simultáneas. Sin embargo, el jueves se despidió de esta situación, y al menos por un tiempo sólo deberá ocuparse del torneo local.

En la tarde del domingo, el Arse salió en busca de un resultado que le permita estirar el invicto que lleva en Sarandí. El equipo salió con algunas variantes con respecto al último partido, entre ellas la inclusión de Matías Carabajal de gran actuación, y el debut como titular de Franco Jara, que se mostró muy movedizo.

La primera parte fue dominada por el Arse, que avisó primero con un cabezazo de Yacuzzi, y que luego concretaría con otro de Mosquera.

En el segundo tiempo llegarían mas emociones. Arsenal no se conformó con la ventaja y fue en busca de un otro gol. La distribución de Carabajal resulto fundamental, y desde su pies nació el segundo tanto, que terminaría definiendo Javier Yacuzzi.

Arsenal siguió creando situaciones, pero sobre el final del partido Colón comenzó a sumar hombres en ataque y lo obligó a retrasarse. De contra llegaría el gol que parecía liquidar el partido: un rechace de Cuenca que terminó en una avivada de "Papu" Gómez, estableciendo el 3 a 1.

Pero el partido no estaba terminado. En un mal cálculo del colombiano Mosquera, Colón pudo descontar y así ir en busca del empate en los minutos que se jugaron de adición.

Afortunadamente Arsenal supo aguantar ese empuje final, y se llevó una victoria que mereció obtener sin tanto sufrimiento. De esta manera, sumo su cuarta victoria en cinco partidos disputados de local, habiendo empatado el restante frente a River.

Por las fechas de eliminatorias el plantel tendrá un receso que le servirá para recuperar a los lesionados y prepararse para el tramo final del campeonato. Este partido cambió bastante la imagen que venía dejando el equipo, aunque todavía tiene una cuenta pendiente: ganar de visitante.

Este equipo, comandado por Garnero, sigue sin poder rescatar puntos de visitante. En las cuatro oportunidades que jugó fuera de Sarandí en lo que va del torneo, sólo cosechó derrotas, recibiendo 9 goles y marcando sólo uno.

La clave del partido de San Lorenzo estuvo en el arranque. Cuando todavía no había pasado prácticamente nada en el partido, el Ciclón ya ganaba por dos contra cero.

Después de ese arranque, Arsenal no supo de que manera intentar una remontada. De esa manera, San Lorenzo estuvo más cerca de aumentar la diferencia que Arsenal de descontar.

En el segundo tiempo Arsenal tuvo más la pelota, y de la mano de "Papu" Gómez intentó ir por una nueva hazaña, pero nadie supo acompañarlo. Ni los ingresos de Coria y Leguizamón hicieron que Arsenal genere situaciones de gol.

San Lorenzo de contra golpe seguía amenazando con definir el partido, pero a pesar de estar muy cerca no pudo convertir el gol que sellara el resultado.

El final del partido marcó una nueva derrota de Arsenal en el torneo. Sigue pagando cara la fragilidad de la defensa, que no puede terminar un partido sin recibir goles desde la primer fecha del torneo.

De local la historia es diferente, aún marcha invicto y en esa condición deberá jugar el partido por la Sudamericana del próximo jueves, y los dos partidos siguientes por el campeonato. Esperemos entonces que en Sarandí podamos continuar la racha, y luego, cuando llegue el momento de jugar de visitante en Tucumán, se logre rescatar algún punto para cortar la sequía.