Burruchaga y Arsenal se reencontraron, pero esta vez en lados opuesto, cada uno defendiendo sus intereses. También volvieron a verse José Luis Calderón y la celeste y roja, camiseta que lo hizo reencontrarse con el balón cuando estaba mas cerca del retiro que de la gloria.

Pero seguramente no podemos comparar el sentimiento de ambos por nuestros colores. Durante la semana escuché a Burruchaga manifestar el afecto que lo une con Arsenal, en donde logró cosas muy importantes y vivió una etapa maravillosa. No tuve la oportunidad de escuchar a Calderón hablar previo al partido, solamente oí sus palabras luego de los goles, en donde pedía perdón a todo Arsenal, argumentando que en ese momento no se dio cuenta... ni en el primero, ni en el segundo...

De esta manera Arsenal antes de entrar en el ritmo del partido ya perdía dos a cero. Lo mas difícil sería levantar ese resultado con un solo punta, ante un Estudiantes que lo mejor que hace es defenderse y mas con un resultado a favor.

Aquí es donde comienzan los problemas de Arsenal, le resulta casi imposible salir en busca de un resultado ante un equipo muy cerrado que lo espera bien atrás. Con 65 minutos por delante, el Viaducto casi no pudo cruzar la mitad de la cancha.

Lo mas cerca estuvo en el final de la primera parte, cuando Caffa estrelló un tiro libre en el palo, y Raymonda volvió a hacerlo en el rebote. Y para completarla, a los pocos minutos el palo volvió a negarle el gol a Caffa, que definió solo frente a la red. Al Arse le cuesta muchísimo crear peligro en el arco de enfrente, y encima la suerte no lo ayuda.

El segundo tiempo agudizó la situación de Arsenal. Es cierto que pudo descontar rápidamente de la mano de un fortísimo disparo del Gato Esmerado, la nueva carta goleadora, pero eso fue lo único que pudo hacer el Arse en la segunda etapa. Seguramente el desarrollo podría haber sido otro, si López no se hubiera ido expulsado apenas dos minutos después.

El gol fue solo un espejismo, por mas que Bianco haya optado por poner otro delantero para los segundo 45 minutos, el equipo estuvo muy lejos del empate. Para colmo, un desentendimiento entre Dreer y Sekagya, en donde a mi entender la mayor responsabilidad la tiene el arquero, hizo que Estudiantes convierta el tercero.

Ahora si el partido había terminado. Los de Sarandí siguieron en su propia laguna, y sólo generaron una llegada, ya en tiempo adicional, que no podía terminar de otra forma que no sea dando en el palo... si, el 4to remate que el poste platense nos devolvía, una muestra evidente de que esa no era la noche de Arsenal.