El festejo en Sarandí no excluyó ni a grandes ni a chicos, ni hombres ni mujeres, ni jugadores ni dirigentes, todos celebraron el éxito del equipo de Gustavo Alfaro en el duro torneo de Primera División del fútbol argentino.

Se sumaron 62 puntos y por eso todos festejaron hasta el cansancio. 62 puntos sufridos, luchados, pero fundamentalmente honestamente ganados.

Frente a Estudiantes, Arsenal empezó nuevamente desconcentrado en defensa como versus San Lorenzo la semana anterior, y el Pincha facturó temprano, apenas a los 11´ de juego en los pies de Leandro Benítez, quien definió muy solo un envío de pelota parada.

Durante el primer tiempo la visita manejó mejor la pelota hasta el minuto veinte y luego por espacio de quince minutos Arsenal de la mano de Raymonda, acompañado por la tenacidad de Ortiz y el esfuerzo de Obolo logró crearle alguna situación de peligro al arquero Andujar.

Nuevamente levantó el pincha en el final del período inicial, que terminó 0 a 1 para los dirigidos por Alfaro.

En segundo tiempo mostró a un Arsenal más aguerrido y decidido a empatar.

Nuevamente con Raymonda como abanderado, y con un Garnier más enchufado en el partido y con la defensa mejor parada que en el inicio, el Arse aprovechó el conformismo de Estudiantes para empujar sobre el arco de Andujar y generarle alguna ocasión de riesgo.

A los 9´ llegó el hasta por entonces merecido empate del Arse, mediante un cabezazo de Casteglione, también en maniobra con pelota detenida.

Luego del gol se retrasó el local y le volvió a ceder el protagonismo y la pelota al elenco platense, que recién en los diez minutos finales y con tres delanteros en cancha se decidió a buscar la victoria, pero ya era demasiado tarde, Arsenal se cerró bien atrás, despidiéndose del campeonato con el pasaje a la Libertadores 2008 en la mano y pensando también en la Copa Sudamericana del segundo semestre de este año.

Arsenal salió dormido a jugar el importante partido en el Nuevo Gasómetro.

En un cotejo clave en la definición del campeonato para el ciclón y decisivo para ingresar definitivamente a la copa Libertadores para los del viaducto, los jugadores visitantes no reaccionaron durante los primeros veinte minutos y sufrieron dos goles de San Lorenzo, por parte de Tula y Lavezzi.

Desde el inicio, Arsenal se mostró impreciso a la hora de manejar el balón e inseguro en defensa, especialmente por el sector izquierdo, donde Lavazzi y Rivero enloquecían a un Sekagya que seguramente estaría pensando en su futuro en el Salzburgo austríaco.

Arsenal defendía mal y atacaba poco. Recién a partir del 0-2 , allá por el minuto veinte, empezó a esbozar una mejoría el equipo de Alfaro, acompañado del relax azulgrana tras la ventaja de dos tantos.

Garnier y Llama empezaron a desequilibrar por las bandas, y Raymonda con su gambeta dejaba surcos en la defensa local.

En apenas cinco minutos, entre los 26´y los 31´ dos apariciones de Obolo silenciaron al Nuevo Gasómetro estampando el provisorio empate. Delirio de los cuatrocientos fanáticos del viaducto.

La primera etapa terminó con un vibrante y merecido empate, pese a las dos llegadas consecutivas que el ciclón tuvo sobre el cierre y que Cuenca controló no sin mucho esfuerzo.

Parecía que Arsenal iba a poder sacar provecho de los nervios del local en el segundo período, pero la historia demostró lo contrario.

Salió enchufado San Lorenzo, y nuevamente desconcentrado Arsenal y antes del minuto la Gata Fernández anotó el tercer gol, y cuatro minutos después otra vez la Gata de penal puso el definitivo 4 a 2 , tras una ingenua e inentendible falta de Sekagya a Lavezzi.

Arsenal se equivocaba mucho atrás, Sekagya, Ruiz y Casteglione tenían una tarde para olvidar rápidamente, y del medio hacia adelante el equipo tampoco respondía.

EL arquero Orión no tuvo trabajo en los segundos cuarenta y cinco minutos y mientras Arsenal se debatía en su propia impotencia, la gente del Santo de Boedo daba rienda suelta a su inmensa alegría, y se aprestaba para la vuelta olímpica y los merecidos festejos.

Ahora viene Estudiantes a Sarandí y el conjunto de Alfaro deberá al menos sumar un punto para asegurar definitivamente su paso a la Copa Libertadores de América, edición 2008.

Noche de perros en Sarandí. Otra vez Baldassi poniéndose el uniforme de verdugo de  Arsenal e ignorando un claro penal a Raymonda en el primer tiempo.

El desagradecido de Germán Denis, gritando a viva voz, un gol contra el club que lo sacó del ostracismo.

Y para colmo, el equipo nunca encontró su línea de juego y careció del habitual orden y equilibrio.

Desde el inicio, Independiente estuvo mejor parado en el campo de juego, apoyado en la tarea de recuperación y distribución de Calello y la movilidad en ofensiva de Montenegro y Denis.

Arsenal nunca estuvo cómodo y poco pudo hacer de patentado juego basado en el orden y el manejo prolijo del balón. Apareció a cuentagotas Raymonda, San Martín y Ortiz estaban perdidos en mitad de cancha y por las bandas Figueroa y Llama eran superados por los mediocampistas rojos.

En el primer tiempo la visita tuvo tres chances de gol y el Arse otro cantidad similar de situaciones para convertir. Un remate de Llama apenas desviado, un tapada fenomenal de Ustari a Raymonda y un tiro de Denis en el travesaño fueron las más claras del primer tiempo, exceptuando el gol del propio Denis tras un rebote que el arquero Cuenca concedió tras tiro fortísimo de Machín.

En el segundo período Arsenal salió más decidido a buscar el gol, ya sin Llama en la cancha y con Valdemarín acompañando a Obolo en ofensiva, el elenco de Alfaro empujó con ganas pero con escasas ideas hacia el área defendida por Ustari.

El rojo armó dos líneas de cuatro hombres bien cerradas y se dedicó a defender y a contragolpear, sustentado en la muy buena tarea defensiva de Gioda.

Las acciones mostraron al equipo perdedor intentando empatar y al rojo defendiendo con uñas y dientes su primera victoria fuera de Avellaneda en el Clausura 2007.

Sobre el final lo tuvo Obolo y su remate se fue muy alto.

Se perdió un cotejo que no estaba en los planes de nadie, pero el empate de Lanús con Belgrano permite seguir pensando seriamente en ingresar sin depender de terceros a las copas internacionales.

Este Arsenal Made In Alfaro sigue haciendo historia. No le bastó sumar 32 puntos en el Apertura 2006 para quedarse con el mote de “mejor campaña histórica del club”.

No le bastó con pasar la barrera de los 55 puntos, límite máximo en una temporada en primera, logro de Jorge Burruchaga y compañía.

Ahora este Arsenal modelo 2006-2007 llegó a los 61 puntos y está prácticamente clasificado para la edición de la Copa Sudamericana del segundo semestre de este año y continúa acrecentando las chances para estar en la Libertadores de comienzo del 2008.

En Rosario el Arse estiró la paternidad sobre Central y se trajo tres puntos a Sarandí.

Basó su juego en el orden habitual y en el buen trato de pelota. Agregándole una dosis de audacia mezclada con contundencia durante una primera etapa que resultó absolutamente olvidable para el equipo de Ischia.

Con el tempranero gol de Figueroa a los 3´. Arsenal se hizo fuerte en el medio, manejó la pelota y atacó con decisión.

En el primer tiempo Central apenas jugó quince minutos, entre los 20´y los 35´ por obra y gracia de la habilidad del chiquitito Damián Díaz. El resto se vio superado en todo sentido por el conjunto visitante.

Apoyado en la solvencia de Sekagya, el trajinar de Ortiz y San Martín y el ida y vuelta por derecha de Figueroa, Arsenal se fue victorioso al descanso, más tranquilo aún que en el comienzo, por el segundo gol en los pies del ugandés Sekagya.

El segundo tiempo mostró a un Central decidido a atacar y a Arsenal parado para aguantar y resistir.

La expulsión de Figueroa a los 16´ condicionó demasiado el trabajo de los dirigidos por Gustavo Alfaro, y Central tuvo varias opciones para lograr el descuento.

Mejoró el Kily González y contribuyó el ingreso de Alemanno para la levantada canalla.

Mario Cuenca se convirtió en la figura del encuentro al atajar cuatro pelotas clave con destino de gol.

Arsenal resignó la ofensiva y reforzó la defensa y con eso fue suficiente para controlar la desesperada y desordenada embestida del equipo local.

Tres puntos más con mucho sabor a copa, que viajan a Sarandí…