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Como de costumbre | ||||||
Como de costumbre Arsenal no puede ganar sin sufrir, y también como de costumbre fue el Gomito el que rescató tres puntos, que costaron mas de lo debido. |
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Por Nicolás Falanga | ||||||
Rafaela llegaba asfixiado por el promedio del descenso, y con la necesidad de sumar aunque sea un punto. Esto se vio reflejado completamente en el campo de juego, en donde Arsenal atacaba, y Rafaela esperaba. En cada ataque sobresalía la figura de Monrroy, que era el que empujaba a todos hacia delante. Pero no llegaban a lastimar demasiado, cada vez que el equipo avanzaba, se terminaba chocando contra el muro que había propuesto el equipo de Piazza. Por suerte pudo llegar la apertura del marcador, y fue de la mano de una jugada individual de Mariano Monrroy, que termina siendo derribado por un defensor de la crema y Bassi cobró penal. Como en la primer fecha, y seguramente mientras dure esta buena racha, el encargado de ejecutarlo fue Calderón, que con un remate no tan potente pero bien esquinado, abrió el marcador, y se puso en el tope de la tabla de goleadores. A partir del gol Rafaela tuvo que salir a buscar el partido mas adelante, y de esta manera Arsenal tuvo mas espacios. Monrroy pudo hacer de las suyas, y se llegó un poco más seguido al arco de Medrán. Es por eso que tras un corner pasado, Calderón le dio como venía, y entre medio del tumulto que había en el área chica el Moncho la terminó desviando y anotando el dos a cero para el local. De esta manera se fueron los equipos al descanso, el local aplaudido y el visitante protestando cada jugada dudosa del primer tiempo a Bassi. Y el entretiempo le vino bien a Rafaela. Con Gandín en la cancha para el segundo tiempo, se dio vuelta la tarde, él fue el encargado de empatar el partido tras dos serios errores defensivos del Viaducto. Y se repetía la historia del partido anterior, el ataque era contundente, pero la defensa un flan. No sirve de nada hacer goles, si con misma facilidad te los hacen a vos. Por suerte cuando se moría el partido en un empate (gracias a la actuación de Limia, sino podría haber sido para el visitante), el recién ingresado Gómez decretaba la victoria celeste y roja, como de costumbre, entrando y sacando las papas del fuego. |
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