Hay equipo

Comenzó una nueva etapa para Arsenal con nuevas caras de mitad de cancha hacia adelante, quizás este año Burruchaga cuente con jugadores de mejor manejo. Eso pareció en los primeros cuarenta y cinco minutos, con jugadas que prestaban a la ilusión de los hinchas que asistieron al cilindro de Avellaneda. Aunque claro, quedó en evidencia en la segunda mitad que aun falta mucho trabajo, como pasa en la mayoría de los clubes. Tener que cambiar en algunos casos, los once jugadores en cancha y lograr un buen partido es un poco difícil, al menos en la primera fecha.

Arsenal logró un equilibrio entre los viejos y nuevos jugadores durante un tiempo, luego se noto el desajuste y la falta de entrenamientos. Pasó de gambetas y toques de lujo, a perecer un “perrito” perdido en una plaza de la ciudad.

Debo confesar que llegué a la cancha con mucha incertidumbre en cuanto al nuevo equipo, pero a medida que transcurrían los minutos, vivía el partido con mucha más tranquilidad. Porque los refuerzos cumplieron; Di Alessio fue la experiencia y la tranquilidad, Cristian Gómez fue la manija que se esperaba y porque arriba Vilallonga y Denis se entendieron bastante bien.

El Arse era mucho mas superior a la “T” y lo demostraba. Un remate del “Gomito” estalló en el palo, rebotó en Gutiérrez y caminó por la línea. Mas tarde era Germán Denis quien de cabeza insinuaba aun más lo que iba a venir.

Ya era una injusticia que Arsenal no este arriba en el marcador, por eso a los treinta y tres minutos pasó lo que tenia que pasar. Esmerado habilito a Vilallonga que picó la pelota por arriba del arquero y Denis la empujó a la red. Ahora si, el resultado estaba acorde con el partido.

Todo lo bueno que había hecho el equipo en la primera etapa, se desdibujó en la segunda, porque le cedió la pelota a Talleres y le regaló el protagonismo del partido. Para colmo sufrió la baja de Gastón Esmerado por lesión, perdiendo de esta forma al hombre que más recupera en la mitad de cancha. El ingreso de Santiago Hirsig fue con altibajos, Di Alessio ocupó el lugar que dejó el “Gato” pero no fue lo mismo.

Los cordobeses de a poco iban complicando más, con un remate en el travesaño y la pelota en su poder se hacían merecedores del empate. Eso ocurrió a los veintisiete minutos con la definición de penal de Luciano De Bruno, luego de que Limia le cometa una clara infracción a Velázquez.

El empate fue justo, porque fue un tiempo para cada uno, aunque claro, Talleres lo disfrutó mucho más.

Lo hecho en el primer tiempo me dejó tranquilo, como creo que le pasó a muchos hinchas de Arsenal. Este partido deja claro que hay muchas cosas para trabajar, pero lo más importante es que HAY EQUIPO.