Con el pitazo final de Gustavo Bassi, llegó el final de un gran ciclo. El cuerpo técnico no seguirá, y muchos de estos jugadores tampoco, incluyendo el jugador que más veces defendió nuestros colores: Carlos David Ruiz.

Del partido se puede rescatar el primer tiempo de Arsenal, donde fue más claro y por eso llegó al gol a través de Calderón. Luego del tanto Independiente fue puro nervios y se podría haber liquidado el partido.

Para el segundo tiempo el Rojo salió con las ideas más claras, y el Arse a pararse de contra. Tuvo oportunidades, pero no supo llegar hasta el final y marcar el segundo tanto.

Independiente sumó muchos hombres en el área, y comenzó a crear reiteradas situaciones de gol. Cuenca se encargó de contener la mayoría, pero un tiro de Matheu desde lejos, que se desvío en Mosquera, puso el empate que los diablos necesitaban para entrar en la Copa Sudamericana 2008.

Quedaban muy pocos minutos por delante, pero no se pudo torcer la historia. Se sumó un punto que no aporta mucho, y nos queda la espina de no haber derrotado a ninguno de los cinco grandes, habiendo perdido con los cuatro restantes.

Estas despedidas dejan un sabor amargo, después de haber logrado tan buenos resultados uno no imaginaba un final tan tibio. A uno le hubiese gustado ver al Moncho pisar por última vez el cesped, o que un técnicos trabajador y éxitoso se quede para siempre, pero el fútbol tiene estas cosas que el hincha muchas veces está lejos de comprender.

Lo cierto es que el ciclo está cerrado, el paso de Alfaro será inolvidable; la trayectoria del Moncho indiscutible: y lo aportado por los integrantes de este plantel para que Arsenal sea conocido mundialmente, inmensamente agradecido.

Llegarán muchas caras nuevas, y en pocos días ya se estará construyendo un nuevo ciclo que promete ser tan importante como el que se cierra. Los hinchas, por nuestra parte, seguiremos apoyando como siempre para que Arsenal sea cada día más GRANDE.

Una nueva actuación del Arse de viernes por la noche, esta vez recibiendo al Lobo Platense. Aunque a simple vista los dos no peleaban por nada, los tres puntos eran fundamentales para ambos. Arsenal pensaba en el objetivo de los 50 puntos, y Gimnasia en el comprometido promedio con el que comenzará la próxima temporada.

El primer tiempo fue movido, tanto Arsenal como Gimnasia salieron en busca del gol. Hubo algunas situaciones de gol, pero lo más entretenido era el ida y vuelta que proponían los dos equipos. Arsenal era el más peligroso, y por eso llegaría al gol antes de irse al descanso.

Tras una muy buena habilitación de Casteglione, Leguizamón arrancó habilitado y definió con mucha tranquilidad ante la salida de Bangardino. Arsenal había sido más profundo, y el gol puso justicia en el marcador.

El segundo tiempo fue muy diferente. El Arse se paró de contra y fue Gimnasia el que tuvo la pelota, pero no supo qué hacer con ella y jugó muy lejos del arco defendido por Cuenca.

Se hizo esperar, pero finalmente llegó. Arsenal pudo obtener esos tres puntos que le permiten terminar con la tranquilidad de haber alcanzado el objetivo. Ese objetivo que le permite saber que a pesar de haber participado en las copas en ambos semestres, la campaña no debería traer mayores problemas para el promedio del descenso en el futuro.

Nuevamente la salida de Sarandí trajo una dolorosa derrota, de esas que últimamente se están haciendo costumbre. Algo en el plantel dejó de funcionar. Quizás nadie sepa explicarlo, pero todos pueden notarlo.

Boca presentaba a un equipo alternativo, pero a pesar de eso Arsenal no salió a buscar los tres puntos, prefirió especular y una vez más terminó con las manos vacias.

El primer tiempo fue todo de Boca. Ninguno de los dos arriesgó demasiado, pero claramente el xeneise fue superior en todas las líneas. Lo mejor del Arse fue la defensa, que salvó la inacción del mediocampo y la delantera.

En el segundo tiempo se encontró con un gol desde el vestuario, pero ni siquiera de esa manera supo afirmarse en el campo de juego. Después de unos minutos el partido volvió a ser de Boca, quién creo más de diez situaciones de gol para darlo vuelta, y con baile.

En el complemento la defensa ya no pudo subsanar las continuas ventajas que continuó dando el mediocampo, y por eso también los del fondo comenzaron a equivocarse.

Fueron tres, pero pudieron ser muchos más. Cuenca salvó en varias ocasiones, y otras se fueron muy cerca.

Arsenal volvió a perder, pero esa no es la noticia que nos afecta, sino que los jugadores volvieron a hacer un partido lamentable, como contra Racing hace algunas fechas. Lo que faltó no sólo fue fútbol, sino actitud, ganas de superarse.

Los mismos jugadores que hace casi 6 meses nos dieron una gran alegría, hoy nos llenan de tristeza. Algunos partidos se perdieron, otros no, pero la mayoría nos dejó sabor a poco. Los dos partidos que quedan significarán la despedida para varios de estos jugadores, al menos pedimos que dejen todo y demuestren que están a la altura de las circunstancias, los resultados llegarán solos.

Al parecer este Arsenal no tiene término medio. Gana 3 fechas seguidas, de la misma manera en que puede llegar a perderlas. Dentro de un mismo partido puede mostrar diferentes estados, a veces jugando bien, otras veces manteniendo el control de la pelota, y también otros tramos donde pareciera ser un equipo formado por desconocidos.

En la fría noche de Sarandí, Argentinos se encontró con el gol casi por casualidad, tras una equivocación de Pellerano que dejó la pelota dentro del área para que Peñalba definiera ante Cuenca.

Ese gol le permitió a Argentinos Juniors manejar el encuentro. Arsenal intentó llegar al empate sumando hombres en ataque, pero las jugadas terminaban lejos de Torrico. Calderón tuvo las dos más claras, pero una definió por encima del travesaño y la otra a las manos del arquero.

En el segundo tiempo Alfaro quemó todas las naves que tenía. Definitivamente el equipo se adelantó para rescatar algún punto, pero Argentinos supo defenderse y terminó estando mas cerca de marcar el segundo (o incluso el tercero) que los de Sarandí del empate.

En una de las tantas pelotas paradas que tuvo el Arse a su favor (la mayoría desperdiciadas) Andrizzi tuvo en sus pies el gol del empate, pero el línea erróneamente cobró posición adelantada.

Argentinos se quedaría con un hombre menos para disputar los últimos 25 minutos del partido, pero al contrario de favorecer al Arse, lo puso aún más nervioso y cometió infinidad de errores permitiendo que Argentinos generará varias situaciones de gol que podrían haber liquidado el pleito.

La derrota vuelve a sumergir a Arsenal en los problemas que parecía había empezado a solucionar. Este equipo necesita alcanzar la regularidad en su juego que le permita controlar un partido de principio a fin, de esa manera podrá tomar confianza.

Parece ser que el final del campeonato será más complicado de lo que parecía hace un par de fechas, aunque seguramente el objetivo de los 50 puntos se logre alcanzar, la gente sigue esperando un nivel de juego que entusiasme y predisponga a los hinchas a acercarse con ganas al estadio.