El título de esta crónica resalta la actuación de Alejandro Limia, lo cual hace suponer que Arsenal sufrió mucho en este partido. Por momentos la pasó mal, tres tiros en los palos y una jugada de Castaño Suarez recién comenzado el partido, dejan en evidencia aún más que el equipo de Gallego tuvo grandes chances de ganar el partido. A pesar de todo esto, el conjunto de Sarandí fue el dominador del encuentro, le faltó definir, como le esta faltando últimamente, pero con un gran nivel de juego, con tacos y caños increíbles, con jugadas en profundidad que no muchos equipo hacen. Arsenal tiene un plantel que carga con la presión de tener que salvarse del descenso y, pese a eso, no se olvida de jugar y yo creo que mucho tiene que ver en esto Jorge Burruchaga.

La primera parte del partido no fue de lo más entretenida, Independiente fue el dueño de la pelota y Arsenal por momentos se la robaba y salía de contra.

El rojo ya no es lo que era y se nota bastante, sobre todo en la dinámica, esta lejos de ser ese equipo veloz que salió campeón, que arrollaba a sus rivales. Su lentitud para atacar benefició a Arsenal que estuvo muy seguro en defensa. En una contra Silvio González eludió a Serrizuela y Franco de un toque, cambió para “cafú” Espínola, centro y una chilena espectacular de Javier Morales que se fue cerca, mereció ser gol.

En el segundo tiempo el juego se abrió y se empezaron a crear más situaciones. Para Independiente la tuvo el “rolfi” Montenegro, pero el palo le negó el grito. Los de Sarandí contestaban con una del “pulpo” que quiso tocar suave y el arquero Albil sin problemas contuvo.

Por nivel de juego era mejor Arsenal, había pasado a ser el dominador del encuentro, que por momentos tuvo pinceladas de aquel que se jugó en Noviembre del año pasado. Comenzó a crecer en emociones. Otra vez se la llevó Silvio González, eludió a Milito pero falló nuevamente en la puntada final. Es probable que si tocaba hacia al centro la jugada hubiese terminado en la red.

Contrariamente al primer tiempo, el complemento fue atrapante hasta el final, si hasta Gallego le pidió a Brazenas la hora. Al final, fue cero a cero, que obviamente fue más festejado por la gente de Sarandí, aunque todos esperábamos esta revancha con Independiente, aquel partido fue un golpe a la ilusión de los hinchas del Arse, que quedamos impotentes ante semejante robo. Esta vez quedó demostrado que el mismo equipo del año pasado sin ayuda no pudo, y que Arsenal nuevamente los superó en juego.

El tiempo pasa tan rápido que a veces no podemos terminar de disfrutar nada, casi sin darnos cuenta se está por cumplir un año de nuestro ascenso a primera. Arsenal ya entró en la recta final del torneo y aun ningún equipo pudo apabullarlo y ese es un gran mérito. Por eso en este tramo final, tenemos que apoyar más que nunca a estos jugadores que están a punto de cumplir el objetivo.

El partido presentaba buenos antecedentes, los cordobeses venían de ganarle a Huracán y el Arse a Estudiantes. Dos equipos en levantada aparentaban a priori un gran encuentro, no fue así. Preocupados por no perder, se olvidaron de jugar y el que se perjudicó fue Arsenal.

Ambos tuvieron que luchar contra un gran valor agregado: el viento, que soplaba con gran intensidad hacia la cabecera visitante.

El que atacó hacia ese arco en el primer tiempo fue la “T”, que obviamente comenzó a manejar la pelota, La Paglia y González eran los que más complicaban a los de Burruchaga que no se acostumbraban a las condiciones climáticas. Fueron diez minutos en los que Arsenal trató de acomodarse. Cada pase de los volantes a los delanteros, parecían estar detenidos por una pared y así se hacía difícil llevar peligro al arco de Islas. Recién a los quince minutos Arsenal empezó atacar pero sin mayor peligro.

Por el lado de Talleres todo era mucho más fácil, con un simple pelotazo de la mitad de cancha se instalaban en el área de Limia. El que entró como pancho por su casa fue el gordo Real, que con un remate bajo hizo estirar al arquero.

A los veinticuatro llegó el gol. Una pelota que no termina de rechazar la defensa, La Paglia la toma nuevamente, tira el centro y la pelota rebota en Molina y se cuela al fondo del arco. Pudo haber aumentado Talleres si no fuera por la gran actuación de Limia.

En el segundo tiempo el viento era a favor, esto hacía suponer que iba a pasar lo mismo que a Talleres. Parecía que con solo intentar un poco, el empate caería en cualquier momento. Arsenal pasó todo el segundo tiempo en campo cordobés, poro no le alcanzó. Intentó como pudo, no como quiso y eso se notó a la hora de definir.

Afuera Ruiz, adentro Cogliandro que pasa a jugar de tres, y Manrique a la saga central, más tarde entra Morales y Romero. Un equipo super ofensivo, como nunca antes se había dado. Igual nada cambió, sumó gente al ataque y restó ideas. Cuando Arsenal llegaba al área chocaba siempre con la defensa local y, cuando intentaba vulnerarla Luis Islas hacía todo para evitar el empate que hubiera sido lo más justo.

Bronca resume todo, lo que sentían los jugadores y lo que sentimos nosotros, los cien hinchas que acompañamos a Arsenal. La gente aplaudió el esfuerzo, a pesar de la derrota. Porque si hay algo que reconocer, es que el equipo intentó en todo momento.

El viento y Talleres dejaron sin nada Arsenal, pero la historia es así y habrá que seguir luchando hasta el final.

Si algo le faltaba, si algo necesitaba Arsenal, era ganar. Una victoria para darle calma a un equipo que ya empezaba a sentirse presionado por el fantasma llamado descenso. No es para decir que jugó un gran partido, pero fue mucho más ambicioso, se preocupó por el arco rival y marcando fue un león ante Estudiantes.

El primer tiempo fue un ida y vuelta de la pobre pelota, que iba de acá para allá. Sumado a las pocas situaciones frente a los arcos, se dio un partido muy trabado y previsible.

De los dos el que más buscó fue el conjunto Platense, cuatro situaciones claras de gol, dejaban más que evidente quien era el que merecía. La más peligrosa fue un mano a mano del “tecla” Farías, que Alejandro Limia se encargó de desviar. Es en este jugador me quiero detener y dedicarle algunas líneas. Muchas veces se habló de que el arquero de Arsenal no ofrecía grandes seguridades, hoy con trabajo demuestra que es sin dudas el arquero titular, y que además de sus grandes salvadas ha mejorado los lanzamientos con el pie, siendo siempre una salida rápida para el equipo.

Pero volviendo al partido en sí, llegó lo que tanto esperábamos: el gol. Después de mucho esperar, con una arremetida de Manrique hasta el fondo, centro atrás, un taco bárbaro del “tano” para desviar y una definición sutil de Gustavo Grondona junto al palo de nacho González. Casi por casualidad “coco” se convirtió en el protagonista de esta entrega de celeste y rojo, sin dudas junto a Manrique fueron las figuras de Arsenal.

Apenas pasados unos minutos del gol, Lugüercio hizo temblar el arco de Limia cuando reventó el travesaño.

La segunda parte no fue buena para Arsenal, Estudiantes salió a buscar bien arriba, pero sin ideas. Planteado de esta forma, el equipo de Burruchaga se siente a gusto y se le hace muy fácil. Son los momentos donde aparecen los jugadores de más entrega, los cuatro de la defensa y Martín Andrizzi que mostró algunos signos de mejoría.

Cuando Bassi pitó el final, llegaron aires de euforia, pero también de tranquilidad, porque todavía no se ha conseguido nada, aunque estos tres puntos lo dejan mucho más cerca del objetivo.

No fue el mejor partido de Arsenal en el torneo, pero ganó y sostuvo la victoria como siempre lo hizo, con huevo y corazón.

Arsenal de Sarandí y Huracán terminaron hoy igualados en un cero rotundo. Protagonizaron en el estadio de Lanús un partido deslucido, con muy pocas situaciones de gol y casi nada para rescatar.

Acaso el resultado final fue el fiel reflejo de la pobre realidad que los acompaña, aunque los de Sarandí respiran más tranquilos, por ahora.

Arsenal intentó algo más pero no le alcanzó para llevarse la victoria, mientras que el Globito se aferró al empate después que el árbitro Angel Sánchez expulsara al volante Pablo Monsalvo a los 24 minutos del complemento.

En el balance final, Arsenal fue un poco más, aunque ese leve predominio no le alcanzó para llevarse los tres puntos ante un rival que sigue sumergido en la zona del descenso directo.