Muchas veces hay que saber sufrir para luego disfrutar. Desde los segundos iniciales, Gimnasia buscó hacerse protagonista del encuentro, pero el Arse pudo desatarse y ser súper efectivo.
Explicar un 5-1 en contra es difícil y más aun decir que es un resultado totalmente mentiroso e injustificado. Arsenal contó con 6 chances claras de gol, mismo número que Boca, pero la diferencia claramente estuvo en la efectividad sobre los errores cometidos.
Aunque hagas casi todo bien, a veces se necesita un poco de suerte. El Arse estuvo dos veces arriba en el marcador y no pudo sostenerlo ante un rival que mediante la jerarquía de sus delanteros, se llevó un empate de Sarandí.
Cuando el empate parecía caerle bien a los dos, un cabezazo de Hauche decretó una dolorosa derrota para el conjunto de Sergio Rondina que no mereció irse con las manos vacías.