Tras un primer tiempo parejo, donde la visita llevó algo más de peligro al arco de Campestrini, en la segunda etapa, la academia salió decidida a buscar el triunfo y por poco no logró su objetivo.

De entrada el partido fue trabado, luchado, mal jugado y plagado de imprecisiones. Dentro de ese contexto fue Racing el que mejor provecho sacó de las fallas defensivas de Arsenal.

El viaducto jamás hizo pie en defensa, perdió casi todas las pelotas divididas en el medio y estuvo inconexo en la ofensiva.

Racing se limitó simplemente a meter a Arsenal contra su campo en la segunda etapa y con pelotazos largos y centros estuvo cerca de abrir el marcador.

Once llegadas para el visitante y apenas cuatro situaciones para el Arse muestran a ciencia cierta quien ganó un punto y quien dejó dos en el camino.

El trabajo para Jorge Burruchaga de cara al encuentro ante Tigre será arduo seguramente. Arsenal pese a mantener el arco en cero dejó mucho que desear en lo defensivo, no tuvo circulación de balón en mitad de cancha, y siguió manejando mal los lanzamientos con pelota detenida.

El comienzo del partido prometía un final diferente. Arsenal controlaba la pelota mientras Vélez no podía salir de su campo y se equivocaba en los pases. Hasta hubo un gol anulado de manera dudosa a Galván, pero todo eso duró apenas unos pocos minutos.

El Viaducto perdió la pelota y Vélez aprovechó la pelota parada para rápidamente ponerse en ventaja, casi sin merecerlo. Con el correr de los minutos justificó el gol y la supremacía fue en crecimiento.

Para el segundo tiempo Vélez ya se anotó como único dominador. Estableció el segundo gol, y el Arse jugaba demasiado lejos de Montoya como para pensar en una remontada.

De pronto una guapeada del incansable Jara permitió llegar a un penal, que Álvarez cambiaría por gol. Lo que parecía imposible ya no lo era tanto, había tiempo como para poder recatar al menos un punto.

Pero ni siquiera el gol fue suficiente envión anímico. Arsenal siguió jugando de la misma manera y, sobre todo, dando muchas ventajas en el fondo. Por eso el equipo de Gareca fue el que acertó y selló la historia con un nuevo gol.

La semana pasada pudimos rescatar las situaciones de gol generadas, pero hoy Arsenal jugó muy lejos del área rival. Apenas la valentía de Jara para pelearlas todas y la experiencia de Medina para aguantar la pelota, pero habrá que hacer mucho más que eso para superar a la Academia que nos espera en apenas 4 días.

El desafío de esta fecha era difícil. Con una formación llena de caras nuevas Arsenal enfrentaba a un equipo totalmente armado y entonado por el título continental que acaba de obtener.

Entre los once titulares Burruchaga presentaban a seis de los refuerzos, y por eso muchos desajustes quedaron en evidencia. Estudiantes comenzó mucho mejor, y Arsenal tardó varios minutos para meterse en el partido.

El pincha no perdonó y rápidamente aprovechó el mal momento del local para ponerse en ventaja. A pesar de que con el correr de los minutos los de Burruchaga pudieron emparejar las acciones, antes del final de la primera etapa Estudiantes consiguió un nuevo gol.

En el segundo tiempo el Arse siguió buscando y generó situaciones suficientes como para al menos descontar, pero Albil se encargó de tapar todo lo que le tiraron.

La falta de coordinación fue la lógica de un equipo repleto de nombres nuevos. A pesar de las fallas, de haber acertado algunas de las tantas situaciones de riesgo el resultado podría haber sido otro.

La figura fue Jara, que luchó en soledad pero igualmente se las ingenió para generar gran parte de los situaciones de gol del Arse. Las fechas que se vienen tampoco serán fáciles, pero el equipo seguirá minutos para terminar de conocerse dentro de la cancha.