Y finalmente el Pincha logró el milagro. Ayuda mediante de Lanús en la Bombonera, el equipo del Cholo Simeone venció agónicamente a Arsenal y llegó al tan ansiado desempate en pos del título de campeón del torneo Apertura 2006.

Los primeros quince minutos del partido mostraron lo mejor de Arsenal, parado en mitad de cancha y complicando al local mediante los movimientos de Raymonda y de Pérez a espaldas de los mediocampistas pinchas. En ese lapso el Arse tuvo tres de las cuatro opciones de gol que contó en todo el partido.

A partir de allí, Estudiantes le agarró la vuelta al encuentro y de a poco fue haciéndose dueño del balón generando varias opciones de gol.

El sector izquierdo de Arsenal dio ventajas en todo momento, pues ni Sekagya ni Yacuzzi hicieron pie por ese sector.

Más allá de la supremacía pincha, el primer tiempo terminó empatado sin tantos y Arsenal demostraba estar vivo.

En la segunda etapa todo cambió. El empuje y las ganas del pincha fueron convirtiendo como figura excluyente a Mario Cuenca.

Arsenal defendía muy atrás y el local con muchos hombres en ataque cada vez complicaba más.

Apenas una contra mal definida por Yacuzzi, fue la única opción de gol de Arsenal en la segunda etapa.

Promediando el período final, salió lesionada Cuenca y a los 41`y con cuatro delanteros en el conjunto local, una fallida salida de Orcellet tras un córner posibilitó en gol de Alayas de cabeza.

Después el gol de Pavone en el adicional fue casi anecdótico.

Ganó bien Estudiantes y la caída no opaca la campaña excelente de Arsenal pero es un llamado de atención pensando en lo que viene y teniendo en cuenta que sumó apenas un punto de los últimos nueve y en estos partidos le convirtieron cuatro goles de cabeza.

Ahora a descansar, a festejan en las fiestas y a pensar que con 27 ó 28 puntos en el Clausura 2007, Arsenal podrá irse nuevamente “de copas”.

La estadística se mostraba infalible: en este torneo Arsenal había jugado ocho partidos los días sábado y los había ganado todos. Pero esta vez no se dio. El elenco de Alfaro hizo todo el gasto para sumar de a tres pero terminó igualando en dos tantos con los de Boedo.

El comienzo del juego fue vibrante. La visita en su primera llegada abrió el marcador a los ´4 con un cabezazo de Quatrocchi, muy solo para definir tras un córner.

Arsenal no se bajoneó por la desventaja, empezó a manejar la pelota y apenas dos minutos más tarde logró el empate con un testazo de Valdemarín, aprovechando un preciso envío de Gandolfi.

El conjunto de Alfaro se imponía por el sector derecho y ahí Gandolfi, Pérez y Gómez hacían la diferencia futbolística.

Por eso no extrañó que a los 21´ tras un nuevo centro desde la derecha, otra vez el “piojo gol” Valdemarín decretara el dos a uno que le venía justo a los visto en el partido.

Arsenal no se conformó y fue por más, pero en otro descuido defensivo (mal despeje de Sekagya) el Ciclón logró empatar casi sobre la expiración de la etapa mediante un derechazo del muy oportuno Silvera.

El segundo tiempo mostró a un San Lorenzo acentuando sus precauciones defensivas, y a Arsenal manejando la pelota, pero careciendo de la profundidad necesaria para plasmar en goles todos los merecimientos hechos en el juego.

No pudieron ser gol tres cabezazos de Valdemarín y la visita solo arrimó una vez a Cuenca a través de un tiro libre de Ferreyra.

Poco premio el punto para Arsenal y demasiado para el Santo de Boedo, que llegó a Sarandí a sumar como sea y que se fue con un punto en el bolsillo pero acrecentando aún más el escaso crédito que su técnico Ruggeri tiene por parte de sus seguidores.

Arsenal sumó 32 puntos y sin dudas y si mantiene la actitud de buscar y buscar, aún con los inconvenientes e imprecisiones del caso, no se sorprenda si da el batacazo ante el Pincha en La Plata.

La gente despidió al equipo con un fuerte aplauso, y sabemos, que el público pocas veces se equivoca.

Comienzo de partido muy marcado en cuando a las intenciones de cada equipo. El rojo se hizo cargo de la localía y salió a buscar - a veces desordenadamente - la apertura del marcador.

Con la conducción de Montenegro y el empuje de Orteman el local se hizo dueño de las acciones y el encuentro se desarrolló mayormente en el campo del Arse.

Arsenal esperaba atrás, presionaba con sus mediocampistas y aguardaba algún error de Independiente, que precisamente llegó y pronto. A los 10´ Gioda de tropezó con la pelota, se la dejó a Obolo, este descargó para Raymonda, quien tras avanzar quince metros con la pelota le pegó un preciso derechazo desde fuera del área para poner el 1 a 0 para el Viaducto.

Con la ventaja a favor, el Arse acentuó su orden defensivo, pero el local nervios mediante fue perdiendo precisión y le permitió a los de Alfaro equilibrar el manejo de la pelota.

No había pasado mucho hasta que a los 33´y tras un tiro de esquina, Gioda - el mismo de la falla en el gol de Arsenal- recompuso su imagen y con un fuerte derechazo desde cerca del punto del penal decretó la igualdad.

Partido empatado, y otra vez a empezar de cero para el Arse, aunque el Rojo aprovechó el envión, y tras una jugada con pelota parada, Denis dentro del área chica estrelló la pelota en el travesaño  y el rebote quedó justo para la cabeza nuevamente de Gioda, quien dentro del área chica sentenció el 2 a 1.

Se sintió tocado Arsenal, salió a empatarlo y primero el horizontal se lo negó a Loeschbor y después Ustari contuvo un cabezazo de Sekagya.

Se fue el primer tiempo que dejó como consuelo el quite y  la lucha de Casteglione y la movilidad y entrega de Raymonda en ofensiva. Después algo de Sekagya y no mucho más.

En la segunda etapa el ingreso del Papu Gómez por el inexpresivo Garnier aportó más fútbol en mitad de cancha, pero así y todo los primeros veinte minutos mostraron a un Arsenal adormecido y a un Independiente que trató de defenderse con la pelota en su poder, pero sin siquiera inquietar a Cuenca.

Los últimos ´25 del partido mostraron lo mejor del Arse, ya con un esquema 4-3-1-2 en la cancha, con Yacuzzi en lugar de Caffa y Valdemarín por Casteglione y Gómez como volante por derecha.

Fue en ese lapso que tuvo un par de situaciones clarísimas y ambos cabezazos (a los 33´y 34´) fueron despejados grandiosamente por Ustari.

No alcanzó tampoco el empuje del final, dió la impresión que el equipo se acordó tarde de salir a buscar la diferencia.

Párrafo aparte a la muy floja tarea de Furchi, obviando un claro penal de Orteman a Valdemarín en los últimos minutos del cotejo.

No se pudo, ahora a barajar y dar de nuevo, se viene San Lorenzo y Alfaro deberá rearmar el mediocampo por las ausencias de Ortíz (su pase es del equipo azulgrana) y Raymonda (llegó a las cinco amonestaciones).

Ganó Arsenal, pero sufrió/imos demasiado. Es innegable que el equipo de Alfaro sabe defenderse, pero a veces abusa más de la cuenta a la hora de conservar la ventaja y permite a conjuntos bastante limitados como Rosario Central que por medio de pelotazos le cree complicaciones.

Esta vez, al igual que frente a Banfield la semana pasada, la defensa completa y el arquero Cuenca se llevaron todos los laureles por la victoria. Obviamente que el resto aportó también la cuota de sacrificio y solidaridad para llevar a Arsenal a un muy buen puerto.

El inicio del partido mostró a un Arsenal con actitud ganadora y arrollador que no cesó en atacar a los rosarinos hasta encontrar el gol a los 7` a través de un disparo formidable desde 35 metros del colombiano Andrés Pérez. Hasta ahí, el mismo Pérez era patrón del medio y la sociedad Gómez-Raymonda-Obolo enloquecían al sector defensivo izquierdo canalla.

Pero llegó la apertura del marcador y el Arse empezó a dejarle el patrimonio de la pelota y metros en el campo de juego al elenco de Pipo Gorosito. Y creció la figura del Kily González, se animó Coudet y Central con algunos tiro libres y córners empezó a inquietar a Cuenca.

La primera parte del cotejo mostró altibajos en sus alternativas pero sobre el final tres llegadas de la visita (una de ellas muy clara, palomita de Ruben que dio en el travesaño) y un par por el lado del local le dieron emotividad al encuentro.

En el segundo período, Arsenal resignó por completo el manejo del balón, Garnier reemplazó a Gómez y fue casi un cuatro bis, Pérez y Casteglione acusaron el despliegue del primer tiempo y Central a los empellones, pero con pocas ideas, fue en busca del arco de Cuenca.

Gorosito puso toda la carne en el asador y terminó jugando con tres delanteros y dos enganches. Pese a eso, Arsenal exageradamente cerca de Cuenca, se defendió con propiedad pero en ningún momento pudo utilizar la vía del contraataque en pos de aprovechar los espacios defensivos dejados por Central.

Un flojo partido de Raymonda, y escasa precisión en el resto de los jugadores ofensivos, no le permitieron a los del Viaducto liquidar el partido.

Y llegó el final, con incertidumbre por los cinco minutos adicionados por Lunati, con los centros del Kily González y compañía, pero con la certeza, una vez estallado el silbato del juez, de que con campañas como éstas, la tabla del promedio queda para los vecinos de la espuma y en Arsenal se festeja con vino de la costa la cercanía a los primeros lugares y la dulce tabla de las copas.