En un partido sumamente entretenido en el primer tiempo y emotivo en la segunda etapa, Arsenal superó ajustadamente a Banfield.

Empezó con situaciones de gol el partido, porque tanto el local , como Arsenal buscaron de entrada el arco rival. Los primeros quince minutos fueron de ida y vuelta pero las oportunidades más claras y el juego asociado más atildado quedaron del lado de la visita que abrió el marcador a los 11´ a través de un golazo de Alejandro Gómez.

Una vez en desventaja, Banfield logró recuperar en parte la pelota que desde el comienzo monopolizó Arsenal y empezó a acercarse con centros al arco defendido por Cuenca.

Pese a todo, Arsenal defendía bien y del medio hacia adelante complicaba con la habilidad de Gómez y Raymonda y la movilidad de Caffa y Obolo.

En el mejor lapso del local en la primera etapa llegó el empate, tras un córner que fue desviado de cabeza en el área chica por Lujambio y que el Pulpo González aprovechó para mandarlo a la red.

Parecía que definitivamente el encuentro se iba a tornar equilibrado y luchado, pero tan sólo un minuto y medio después del empate, Juan Pablo Caffa desde veinte metros clavó un zurdazo cruzado junto al palo izquierdo de Luchetti para desatar la alegría de los quinientos hinchas de Arsenal.

Le había costado tanto empatar a Banfield y en 90 segundos otra vez estaba abajo del marcador. La impotencia de los dirigidos por Wensel se reflejó en la expulsión directa de Carlos Galván por agresión a Raymonda.

Desde el 2 a 1 la final del primer tiempo, Arsenal manejó con tranquilidad la pelota y no sufrió contratiempos.

Para el segundo tiempo Alfaro dejó en el vestuario a Caffa y puso a Garnier por la banda derecha pasando Gómez a la izquierda, con la intención de evitar las subidas de Andrizzi y Pagés.

El local pese a tener un hombre menos se adelantó en la cancha y conducido por Matute Morales fue dueño de la pelota en casi todo el período final. Arsenal, bastante retrasado, atinó a defenderse con uñas y dientes y apenas logró un par de contraataques sobre el final del cotejo que Luchetti evitó milagrosamente que terminaran en gol.

La expulsión de Ortiz en Arsenal por doble amarilla dejó a los dos equipos con diez hombres y a partir de allí afloró en el viaducto la excepcional tarea de Loeschbor, Sekagya, López y Gandolfi (lesionado, luego reemplazado por Tavio) y Casteglione que sacaron todo lo que Banfield tiró sobre el área de Arsenal.

Se ganó, se jugó bien en la primera etapa y no tanto en la segunda, se terminó sufriendo un poco, pero ahora con 28 puntos acumulados, seguimos ilusionados en superar la mejor campaña del equipo (30 puntos) y por qué no, aspirar a un segundo o tercer puesto en este Apertura 2006.

Habíamos empezado con cierto entusiasmo el segundo tiempo, porque Arsenal había cambiado la actitud pasiva que tuvo en el primer tiempo. El equipo de Alfaro adelantó las líneas, y reforzó la presión en mitad de cancha, teniendo más llegada al arco de Bobadilla. Por esos motivos, a los 16 minutos el Arse se había puesto en ventaja y parecía que la historia podía quedar a favor del conjunto de Sarandí.

Pero se enojó Boca, La Volpe metió un par de cambios acertados (Franzoia y Boselli), y así rápidamente pudo llegar al empate. Ahí empezamos a vivir unos veinte minutos finales jugados con mucha intensidad.

En el primer tiempo habíamos destacado que Boca había hecho mejor las cosas que Arsenal, porque tuvo más actitud para buscar el gol. El equipo de La Volpe tuvo 9 corners a favor y 4 situaciones de gol, mientras que el Arse sumó apenas 2 corners y 2 llegadas, aunque una de ellas fue clarísima en los pies de Mauro Obolo. Más allá de esto, la primera mitad mostró a un Arsenal ordenado, combativo en mitad de cancha, pero parado muy cerca de su arquero Cuenca. Con todo eso Boca no pudo vulnerar al Arse antes de irse al descanso, pero quedó la sensación que el elenco xeneize se adaptó mejor a las muy húmedas condiciones del terreno.

Volviendo al segundo tiempo, luego del empate de Boselli,  Arsenal sintió el golpe mientras el equipo xeneize seguía empujando en busca del trinufo, con un poco de desorden pero aprovechando los metros que le cedió Arsenal. A los 33 minutos, en una jugada bastante polémica, Rodrigo Palacio en posición adelantada terminó poniendo el 2 a 1 que a final. Más allá de la posición del delantero, fue una jugada desafortunada de Arsenal, porque un centro de derecha que en dos oportunidades no pudo despejar la defensa del Arse, y la pelota le quedo servida al delantero para enviarla al fondo del arco.

Los últimos 12 minutos, más los 4 de adicional, fueron casi todos de Arsenal, que con empuje y con el ingreso del papu Gómez, generó algunos centros a favor y algún tiro libre cerca del área rival, que pudieron darle el empate. En este lapso se vio lo mejor de Arsenal en el partido, pero no alcanzó para convertir el milagroso gol sobre la hora como en tantos otros partidos de este campeonato.

Finalmente nos quedamos con las manos vacías, se escapa la ilusión de seguir en la lucha por el campeonato, pero el equipo sigue prendido en los cuatro primero puestos de la tabla de posiciones. Se está logrando una gran campaña y obviamente sin desenfocarse del objetivo principal, que eran sumar 25 puntos, para engrosar el promedio del descenso.

Arsenal debe aprovechar estas fechas restantes para sumar la mayor cantidad de puntos posibles, que le sirvan para alejarse de la zona del descenso, y además para intentar entrar en alguna copa internacional.

La campaña es excelente, a Boca le costó muchísimo ganar en Sarandi, y fue una caída muy digna de Arsenal que podría haber sido empate. Pero los xeneizes con empuje y mayor actitud, se terminaron llevando los tres puntos.

En la previa al partido del miércoles frente a Godoy Cruz, nos conformábamos sumando al menos dos puntos en los dos encuentros que afrontaría Arsenal en el interior del país. Finalmente Arsenal cayó derrotado en Mendoza, pero pudo llevarse los tres puntos de Córdoba, obteniendo un saldo positivo englobando estas dos visitas.

Además obviamente de la victoria frente a Belgrano, lo importante estuvo en el juego de Arsenal: porque luego del primer tiempo dijimos que Arsenal había sido superior y mereció llevarse una ventaja al descanso. Pero no pudo ser en esa etapa, primero porque Beligoy anuló incorrectamente un tanto de Víctor López y porque  también el palo se lo había negado previamente a Sekagya, y Pablo Garnier no pudo acertar en dos oportunidades.

Empezó la segunda etapa y Arsenal siguió pensando en el arco de enfrente. Por eso en apenas dos minutos en un contraataque perfecto que tuvo varios protagonistas, Obolo terminó definiendo la jugada con un una precisión destacable.

Tras el gol Belgrano siguió sin encontrarle la vuelta al partido, Frangipane que debía ser el conductor del equipo de Griguol nunca apareció y se vio desdibujado por la marca de Carlos Casteglione. Garnier y Caffa se adueñaron de las bandas y Mauro Obolo tuvo una entrega impresionante. Mientras todo Arsenal redondeaba un buen partido, Belgrano seguía sin encontrar la formula para entrarle a la defensa de Arsenal.

Quizás le faltó un poco de contundencia para poder definir el partido. Por eso sobre el final sufrió un poco por el empujón de Belgrano que nunca se entregó, pero que también careció de las ideas necesarias para inquietar al arco de Arsenal.

Una victoria muy merecida, gestada desde la paciencia, el buen juego, y el toque por abajo. Cuando tuvo que atacar supo hacerlo, y cuando hubo que contraatacar también.

Sigue prendido en el campeonato, cada vez mas se aleja en la tabla de los promedios, hoy le ganó a un rival directo. Ahora tiene la gran posibilidad de pelearle los primeros puestos a Boca Juniors, y en Sarandí.

Las preguntas que me hago son: ¿qué paso en el entretiempo?¿qué les dijo Gustavo Alfaro a los jugadores, además de incluir dos cambios claves para renovar la cara del equipo?

El primer tiempo fue apenas discreto, dejando Arsenal una pobre imagen.

Colón, con poco, había jugado apenas mejor, y el empate hubiera sido lo justo, pero con esa pequeña cuota de superioridad el equipo de Falcioni disfrutaba de la diferencia.

El segundo tiempo fue totalmente diferente, un partido nuevo. Colon salió distraído, y Arsenal con los ingresos de Gómez y Valdemarin ganó en fútbol y dinámica, y pudo llegar rápidamente al empate.

En la primera mitad habíamos contado 2 situaciones de Arsenal, contra 3 para Colón. El segundo tiempo fue lapidario para el equipo de Gustavo Alfaro, que sumó 7 llegadas de gol frente a ninguna del visitante, por eso Arsenal ganó merecidamente, y podría haber sido por una mayor diferencia de goles.

Un segundo tiempo donde la defensa tuvo mucho que ver, porque algunas dudas del comienzo ya no se vieron, Loeschbor se afirmó, López jugó bien todo el partido, Sekagya además de marcar aportó proyección, y Gandolfi mejoró notoriamente en la segunda mitad, Ortiz luego de un primer tiempo con algunas imprecisiones levantó mucho, logrando el gol del equipo y acompañando al equipo hacia delante. Después el aporte de Casteglione correcto en la contención, aunque pero flojo con la pelota, Caffa con una comienzo parejo, pero luego bajando en su rendimiento y por eso otro acierto al ser reemplazado por Javier Yacuzzi.

También fue clave el ingreso de Valdemarin, porque convirtió el segundo gol y creó varias situaciones más que no pudo convertir, acompañando a Mauro Obolo que en el primer tiempo hizo una tarea de desgaste, y con mucha solidaridad en el segundo gol, para terminar asistiendo en el gol del triunfo.

Todo esos argumentos fueron demasiado para un Colón que se desdibujó por completo en la segunda etapa, ya sin el aporte de Hernández y Grisales y con un muy aislado Ramírez en ofensiva que poco pudo hacer contra la defensa del viaducto.

Arsenal sigue firme en su cancha, con el ánimo ideal para enfrentar los dos partidos que se acercan en la semana, muy importantes.

Se esta logrando algo que no se podía la temporada pasada, volver a ser fuertes en Sarandí, entusiasmando a los hinchas, y si juega como este segundo tiempo, con la pelota contra el piso y buscando el arco adversario, el equipo de Gustavo Alfaro podrá seguir ilusionando.