Poco para contar y analizar con respecto a la visita del Arse a Jujuy. El primer tiempo había dejado muy poco, y la segunda etapa levantó un poco, en donde Arsenal fue levemente superior, con 4 llegadas de gol, contra 2 del conjunto local.

Igualmente el empate es justo, fue un partido muy luchado, equilibrado, donde la pelota estuvo siempre por el aire: Lo mejor de Arsenal se vio cuando aparecieron Óbolo y Raymonda en los primeros 20 minutos del segundo tiempo. También fue importante el ingreso de Valdemarín que tuvo en su cabeza la apertura del marcador pero el arquero y el travesaño lo impidieron. La defensa se movió con serenidad, con soltura, y por eso Cuenca no sufrió contratiempos.

En general el punto sirve por conseguirse de visitante en el interior del país, en una cancha muy difícil. El equipo jujeño se fue silbado por sus hinchas, tras 5 caídas consecutivas, al menos con la vuelta de Mario Gómez se sumo un punto.

Arsenal sumó en el interior, pero no jugó ni por asomo como lo venia haciendo en los partidos anteriores, careció de cohesión pero tuvo demasiada lucha para mi gusto. Hoy el fútbol estuvo ausente en el estadio 23 de Agosto.

Volvió a ganar Arsenal señores, eso ya no es noticia, ni tampoco es noticia que convierta un gol para seguir sumando a veces de a uno, a veces de a tres, en los últimos minutos del partido; pero lo que si es noticia es que sigue ubicándose en los primeros puestos de la tabla de posiciones, que le ganó merecidamente a Quilmes en el Clásico luego de un primer tiempo donde habíamos visto a un Arsenal netamente superior, que había generado ocho situaciones de gol y se había ido al vestuario apenas ganando por un tanto contra cero.

Dió la impresión que habló mucho en el entretiempo con sus jugadores el técnico cervecero Esteban Pogany, además de introducir un cambio fundamental, el de Diego Torres por Carlos Luna para cambiarle la cara a su equipo. Pero también ayudó que Arsenal salió algo dormido a jugar los segundos 45 minutos. Y la suma de todas esas cuestiones alcanzaron par a que Quilmes a los 4 minutos empatara injustamente el partido, por lo que había hecho Arsenal en la primera etapa, pero quizás cobrándole la distracción de haber salido a jugar el segundo tiempo no tan metido como en la primera parte.

En el reinicio del juego le costó mucho a Arsenal lograr el nivel exhibido en el primer tiempo, debido a que Quilmes equilibró el trámite y porque también pulió las groseras fallas en defensa del comienzo del encuentro, sumado a que su mediocampo integrado por Chatruc, Romagnoli y Cardozo, levantó notoriamente su nivel como para disputarle palmo a palmo las pelotas a los jugadores de locales que habían sacado mucha ventaja en la etapa inicial.

Otro punto destacado del complemento se dió en la clausura del sector izquierdo defensivo de Quilmes, con el ingreso de Rusculleda y con la levantada del uruguayo Pereyra, ya que por ese sector en la primera etapa Arsenal había sacado mucha ventaja con los desbordes de Garnier, con el juego del Papu Gómez, con el fútbol de Santiago Reymonda, y por eso, Arsenal sintió en el segundo tiempo también la posibilidad de escalar y de crear peligro por su sector ofensivo derecho.

El partido se tornó emotivo en el cuarto de hora final. Arsenal tuvo en los segundos 45´ minutos cuatro chances claras de gol contra tres de Quilmes, pero pese a que parecía que finalmente iba a ser empate, lo tuvo faltando 5´ minutos Quilmes en la cabeza de Bustos Montoya (desvió Cuenca junto al poste izquierdo), y un minuto y medio después, una gran patriada por izquierda de Ibrahim Sekagya, derivó en un centro al medio del área para el anticipo ofensivo del Piojo Lucas Valdemarin, -que poco había hecho en los 20 minutos que estuvo en la cancha- quien logró empalmar la pelota a la altura del punto del penal y colocándola cerca del ángulo izquierdo del arquero Damián Grosso, quien había sido una de las figuras importantes de este partido, pero nada pudo hacer en el gol decisivo.

Arsenal mereció haberlo ganado con más amplitud por lo hecho en el primer tiempo, y por eso nos quedamos con esa sensación y también por eso decimos que ganó bien este partido, pero quizás dejó demasiadas dudas en la segunda etapa, permitiendo agrandarse a Quilmes que primero empató en una llegara esporádica y que sobre el final por muy poco no convierte su segundo gol.

Nuevamente la reacción sobre el final, el empuje, las ganas y quizás más ganas que fútbol, le permitieron a Arsenal terminar quedándose con los tres puntos, poner justicia en el marcador, y seguir estando cada vez más cerca de los punteros, con la ilusión intacta de pelear el campeonato y alejarse cada vez más también de los puestos del promedio del descenso, esa misma tabla que lo tiene cada vez más asfixiado y compromtetido a Quilmes, con un futuro de B Nacional.

Yacuzzi puso el empate con un bombazo de otro partido, en uno de los pocos intentos de Arsenal de vulnerar a Bossio desde afuera del área, clavandola en el ángulo del arquero de Lanús.

El empate final de Arsenal puede parecer poco, por las situaciones de gol que tuvo y por como jugó el conjunto de Gustavo Alfaro, pero es un consuelo para no irse con las manos vacías.

Arsenal creó 11 situaciones de gol en todo el partido, Lanús apenas 3. Arsenal quiso jugar al fútbol, Lanús planteó el encuentro desde la lucha, desde la fuerza.

Hay que tener en cuenta que el conjunto de Cabrero tuvo una semana complicada, con un viaje a Brasil, con un buen empate en el estadio Morumbí, y eso también le quitó fuerzas a sus jugadores. De tal manera, el partido lo planteó mas que nada para pelearlo, para lucharlo y de esa manera le complicó el encuentro a Arsenal.

Ya en el segundo tiempo con la expulsión temprana de Archubi , el Arse se fue totalmente contra el arco visitante, quizás sin muchas ideas y claridad, pero la llegada al empate la facilitaron también los cambios de Alfaro, el ingreso de Papu Gómez, Lucas Valdemarín y obviamente Javier Yacuzzi, que fue el autor del golazo que le dio el empate a Arsenal.

Un punto quizás sea poco después de la actuación de hoy, pero al menos faltando pocos minutos convirtió un gol y no se fue de su propia cancha con las manos vacías.

Demasiado premio para el conjunto Granate por la actuación de sus jugadores, pero obviamente tiene la cabeza puesta en la copa Sudamericana, sigue sin perder fuera de su estadio, y eso no es poco caso para la gente que vino desde Lanús a Sarandí.

El sábado próximo Quilmes visita el viaducto, buena oportunidad para ganar un clásico, para sumar tres puntos, Arsenal tiene que jugar como hoy, ser protagonista, tener actitud, ir al frente, e intentar atacar, aunque a veces las cosas no salgan como se quiere.

Como el otro día fue demasiado premio ganar en La Paternal, hoy suena a poco el punto. Por eso se van compensando las actuaciones, hoy Arsenal fue mucho mas, mereció ganar por más de un gol, y se quedó corto con el empate final.

Para analizar aparte la actuación de Favale, dos manos en el área que vio pero no consideró intencionales, pero más allá de eso Arsenal se encontró con una defensa de Lanús muy segura, con un equipo que jamás dejó que le entraran con facilidad en su área. Y a pesar de poner todo, el conjunto de Alfaro falló en la definición y ahora habrá que pensar en el próximo encuentro que tiene Arsenal, no menos importante que el de hoy.

Luego de un primer tiempo pobre, opaco, se jugó una segunda parte totalmente diferente, porque Argentinos Juniors se puso en la cabeza la idea y la necesidad de ir a buscar el encuentro, y parecía que Arsenal también iba a intentar llegar más asiduamente al arco de Pontiroli.

De esta manera comenzó a darse un partido más dinámico, mejor jugado. Fue el bichito de la Paternal el que tomo la manija del encuentro, y así llevó el encuentro hacia el arco de Mario Cuenca. Durante los primeros 25 minutos de esta etapa, fue casi todo de Argentinos Juniors, que fue sucediendo varias acciones de peligro a su favor.

A los 9 minutos un tiro de Hauche paso muy cerca, a los 14 otro disparo suyo que pegó en el travesaño, y luego a los 18´ un tiro libre de Núñez fue bien contenido por Cuenca.

El bicho continuo atacando, y a los 22 minutos, a través de otro tiro libre de Núñez, Argentinos puso el 1 a 0 parcial. Con cinco situaciones claras para los locales, los de Paternal justificaban la ventaja.

Parecía que Argentinos podía manejar el partido hasta el final, porque luego del gol Arsenal seguía sin reaccionar. Pero finalmente los cambios que hizo Gustavo Alfaro, volvieron a torcer la historia a favor de Arsenal. Quizás lo más justo hubiese sido un empate, porque Argentinos hizo las cosas algo mejor que Arsenal, pero finalmente con un tiro libre de Caffa a los 35, y un gran contraataque capitaneado por Gómez - que tiro el centro - y Valdemarín definiendo con una palomita, para poner a Arsenal al frente del marcador sobre la expiración del encuentro.

Tres puntos para Arsenal pueden parecen mucho por lo visto durante los 90 minutos, pero Arsenal nunca cayó desde lo anímico, pese a ser superado futbolísticamente. Siguió yendo al frente, poniendo lo que tenia que poner, y mediante un mejor estado físico, en los últimos 10 minutos del partido pudo poner el partido a su favor.

La clave estuvo en esos últimos 10 minutos, cuando Arsenal se encontró mas entero para buscar el partido, y porque Argentinos Juniors se quedó totalmente.

Arsenal nuevamente dio vuelta un marcador, no quizás con el merecimiento que sí había hecho el fin de semana pasado frente a Racing, pero lo importante es que ganó, y que se lleva 3 puntos importantísimos a Sarandi Así derrotó a Argentinos Juniors, un equipo que en esta cancha se hace muy difícil y que hoy, hasta los 80 minutos de juego parecía que era inexpugnable para el conjunto de Sarandi. Finalmente los tres puntos viajan para el Viaducto y sirven para seguir soñando, para esperar tranquilos al Granate el próximo fin de semana en casa.