San Lorenzo tampoco pudo frenar el envión que trae el Arse. Trece puntos ganados de los últimos quince jugados, sinceramente sorprendente luego del mal comienzo del campeonato.

De un mar de dudas, pasamos a pensar en lo cerca que se está del líder del torneo y los puntos que nos pondrían dentro de la próxima Sudamericana. Demasiado pronto, es verdad. Arsenal todavía tiene que pensar en Arsenal y dejar atrás la mala imagen de hace unas pocas fechas.

Pero es cierto que en estas fechas Arsenal pudo dejar su marca. Se convirtió en un equipo ordenado, sencillo y con mucho sacrificio. Esos factores hicieron que dejará de perder por goleada y de golpe ingrese en la racha ganadora con cuatro partidos sin que le conviertan goles.

En la noche de hoy volvió a mostrar personalidad para ganar el encuentro y rápidamente pudo sacar ventaja con un gol del juvenil Aguirre. Luego siguió jugando muy bien, sin retroceder y buscando estirar la ventaja.

En la segunda parte dominó hasta que San Lorenzo se fue con todo al ataque. Los últimos minutos fueron puro sufrimiento. El Ciclón acorraló al Viaducto en su campo y estuvo muy cerca de marcar el empate.

Afortunadamente la defensa sigue con pie firme y pudo aguantar el cero. Una buena noticias: después de mucho tiempo Damián Pérez volvió a ser titular y cerró una muy buena actuación.

El tercer grande al que se enfrenta en el campeonato tuvo un nuevo resultado positivo. Ya se había derrotado a Racing y empatado con River. Ahora se suma esta victoria que estira una racha que ilusiona y justo antes de ir a visitar al rojo en su nuevo estadio. ¿Podrá el Arse bajar al rojo de la soledad con que se ubica en la cima de las posiciones y sumarse al lote de perseguidores? El sábado próximo lo sabremos...

Ya no hay dudas de que Burruchaga encontró la manera de sacarle provecho a este plantel. Basándose en el orden y trasladándole toda responsabilidad al equipo rival, Arsenal está logrando los mejores resultados de los últimos tiempos.

Gimnasia sabía que sus rivales por no descender habían perdido, y una victoria resultaría trascendental. Con esa urgencia el Lobo salió al campo de juego con el apoyo de su gente.

Arsenal sacó provecho de esa situación. Sin desesperarse, y presionando en cada centímetro de la cancha, logró que Gimnasia no supiera que hacer con el balón. El primer tiempo fue parejo, pero en una gran jugada de contragolpe fue el equipo del Viaducto que encontró la ventaja.

Una contra letal que comenzó y terminó en los pies de Leguizamón, pasando por Obolo que habilitó muy bien a su compañero de ataque. Arsenal nuevamente sacaba provecho de su juego inteligente y pudo golpear de contragolpe.

El comienzo de la segunda mitad fue lo más flojo de la noche de Arsenal. Los primeros quince minutos retrocedió excesivamente y Gimnasia comenzó a inquietar. Varios remates de media distancia, y muchos centros al área, hicieron que el local cobrara valor para ir por el empate.

De todas formas, poco le duraría esta iniciativa. Sebastián Romero, ya amonestado por protestar, simuló una infracción en el área y fue expulsado correctamente por Laverni. Arsenal recuperó la tranquilidad y volvió a pararse ordenadamente en su campo.

Gimnasia siguió repitiendo jugadas intrascendentes, y con el correr de los minutos los de celeste y rojo estaban más cerca de liquidar el partido a través de una contra. Finalmente llegó, a los 34 minutos Obolo aprovechó un descuido en la defensa tripera y decretó el resultado final.

Una nueva victoria de visitante, y ya no es casualidad. Arsenal se adapta perfectamente en canchas ajenas y saber sacar provecho cuando el rival tiene la responsabilidad de salir a jugar con el peso de su gente. Ahora, San Lorenzo e Independiente son los próximos objetivos, buenos desafíos para intentar continuar en el camino de los buenos resultado.

Esperábamos un poco más. Sobre todo después de las victorias frente a Central y Colón, y teniendo en cuenta que esta formación de Banfield no contaba con ninguna de las figuras que le permitieron consagrarse campeón.

El partido resultó muy trabado y los jugadores que venían mostrando buenas actuaciones, no pudieron repetirlo en la noche de Banfield.

Poggi no encontró su lugar en la cancha, y estuvo muy impreciso. Por el sector izquierdo Aguirre y Pérez nunca terminaron de complementarse, y Leguizamón no logró asociar jugadas de peligro junto a Obolo.

En la segunda mitad Arsenal salió un poco más decidido y el partido se tornó más vibrante y por momentos de ida y vuelta. Pero las situaciones de gol prácticamente estuvieron ausentes, un par por equipo y nada más.

Se jugó mayormente en el campo banfileño, pero igualmente se esperaba más del equipo del Viaducto. Burruchaga lo sabía y por eso para los últimos 25 minutos sumó a la cancha a Franco Jara. Ahora el Arse se mostraba más movedizo, muchos jugadores volcados a la ofensiva, pero igualmente no pudo quebrar la barrera que planteaba la defensa local. Ni siquiera con un sorpresivo remate de Obolo sobre el final, que se estrelló en el palo.

El empate fue justo. Arsenal tuvo más dominio, pero ninguno de los dos logró inquietar demasiado al arquero contrario. Seguramente el punto conformará más al taladro que tiene la cabeza en la copa, pero por Sarandí tampoco debería verse de mala manera, sirve para sumar y para estirar a tres partidos la racha sin derrotas.

Resulta difícil recordar el último partido en que Arsenal haya derrotado con tanta holgura al rival. Últimamente los triunfos no son tan frecuentes, y cuando llegan se suele sufrir más de la cuenta.

Esta noche Arsenal pudo resolver rápidamente el trámite del partido. Un partido que no había empezado tan simple. Colón apostaba mucho al ataque, y Burruchaga no quería cometer los errores de los partidos anteriores en donde el equipo por salir a buscar la victoria descuidó el arco y terminó siempre goleado.

La victoria comenzó a construirse con el gol de Obolo a los 31 minutos, y estuvo cerca de terminar de cerrarse antes de que terminara la primera mitad. Pero ahora sí, en los primeros minutos del complemento, nuevamente Obolo se encontró con el gol y Arsenal clausuró el partido.

Supo cerrarse y no sufrir dentro de su área, intentó liquidarlo con alguna contra pero recién en tiempo adicionado pudo engranarla correctamente y así redondeó el partido que hacía rato ya había liquidado.

Muy buenas actuaciones de la mayoría de los jugadores, y sobre todo la tranquilidad necesaria para definir el partido en cuanto se presentó la oportunidad. Arsenal logró encastrar sus piezas y por fin logró quebrar una racha de tres derrotas consecutivas en el Viaducto, y sin marcar un sólo gol a favor. Arsenal comienza a ser Arsenal, justo a tiempo para enfrentar dos duros partidos fuera de casa.