En la semana mucho se hablo de que la amistad entre Newell´s e Independiente harían que el partido sea un trámite para que Newell´s finalmente salga campeón. Pero no fue así. A pesar de que los locales fueron los Rosarinos (no solo llenaron el sector visitante sino que también eran mayoría del lado local), los jugadores Rojos hicieron oídos sordos a todas las suspicacias, y sobre todo al pedido de los barras para que se dejen ganar.

En Liniers estaba el que le pisaba los talones a los Rosarinos: Vélez. Que esperaban una mano de Independiente, pero sin pensar en que ellos debían ganar al mismo tiempo. Y así les fue, apenas comenzado el encuentro por un error de Sessa y la concentración de Santiago Hirsig el Arse se puso arriba. Aunque lamentablemente a los pocos minutos llegó el empate.

Y en una tarde que empezaba movida se le sumaron las noticias de Avellaneda, gol de Independiente. Si los jugadores de Vélez ya estaban nerviosos, peor se pusieron con el grito que hubo en Liniers anunciándoles la posibilidad de llegar al desempate.

En este clima Arsenal fue el que mas seguro se mostró, y tuvo chances para irse al descanso en ventaja, pero no pudo ser. Y para la segunda parte Vélez salió mas enchufado todavía, pero con poco fútbol. Eran puro empuje, pero se terminaban chocando con la defensa y el arquero visitante, que sacaban todo. En el ataque de Arsenal no se puede destacar nada en este segundo tiempo, Vélez empujó demasiado y terminó metiendo a Arsenal en su propio campo.

Vélez ya no sabía como entrar, y encima las pocas chances que acercaba al arco terminaban siendo desechadas por Limia, a mi entender el jugador mas regular que tuvo Burruchaga en el torneo.

Y otra vez noticias de Avellaneda, se liquidaba el partido: 2 a 0. La gente de Vélez se olvidaba de ese partido y sólo pensaba en que debían hacer solamente un gol. Y todavía deben seguir esperándolo, el partido terminó, Newell´s era el campeón. Casi nadie podía entender lo que había pasado en esa cancha, solamente los hinchas de Arsenal, que en la semana ya anticipaban que cuando al Arse lo dan por descontado es cuando mas lo terminan lamentando.

Después lo lamentable fue gente de Vélez queriendo agredir a sus jugadores, luego de haber llegado hasta la última fecha peleando el torneo: esa es la gente que no quiere al fútbol, seguramente si el gol hubiese llegado estarían idolatrando a cada uno de sus jugadores.

Y a pocos kilómetros la gente de Newell´s empezaba el retorno con una copa bajo el brazo a su ciudad, pero sin olvidarse gracias a quien lo terminaron definiendo. Ahora en Rosario la mitad es de Central, y la otra mitad de Newell´s.... y de Arsenal. De nada.

Primera visita del Rojo a Sarandí, y por momento pareció que podía terminar en baile. En el primer tiempo Arsenal era más ordenado, sabía lo que quería, por eso las pocas chances que tenia sacudieron al dormido independiente: dos a cero con dos cabezazos perfectos, el primero de Denis y el segundo del Pato González.

Arsenal volvía a lastimar con lo que al principio del torneo había sido su mejor arma: el juego aéreo.

Parecía que antes del primer tiempo Arsenal lo liquidaba, sus ataques golpeaban de cerca de Navarro Montoya. Pero la pelota no quiso entrar, y por eso independiente la sacó barata yéndose al descanso perdiendo por dos goles.

Esa falta de eficacia del celeste y rojo cuando terminaba el primer tiempo podía pagarse caro. Encima apenas empezado el segundo tiempo Independiente llego al descuento, después de una jugada muy desprolija, en donde Agüero encontró un rebote y la mando a la red.

Y este gol determinó como seria el resto del segundo tiempo. Independiente buscando de cualquier forma la victoria, y Arsenal cuidando el gol y tratando de conservar la diferencia.

En Arsenal se destacó el trabajo de Javier Morales, que fue el que mejor trató la pelota, y manejaba cada uno de los ataques del local. En el rojo el que se destacó fue Insua, pero por lo peleado que estaba con el balón, y esto complicaba aun mas la situación de Independiente.

Por merecimientos, Arsenal fue el justo ganador, aunque terminó sufriendo demasiado por no haberlo definido a tiempo. Arsenal de esta manera derrotó al grande que le faltaba, y cosechó su tercer triunfo consecutivo, algo inédito para el viaducto en primera. Y de esta manera se despidió del Julio Humberto Grondona hasta el año que viene, demostrando que en Avellaneda hay un “chico” que se acomoda entre lo “grandes”.

Desde el vestuario. Así empezó ganándole el Arse a Gimnasia y Esgrima La Plata.

Lo durmió sin anestesia desde los primeros segundos del match y recién lo despertó a la hora de saludarse para la despedida del final.

Antes, durante los 93’minutos que duró el enfrentamiento, Arsenal lo maniató al lobo en el mediocampo, lo ahogó en la zona de creación y cuando tuvo el balón le dio un destino rápido y preciso, claro y furioso; Contundecia que se dice, y Arsenal fue eso: contundente.

Por donde se lo mire el partido lo ganó siempre el equipo visitante. Mojó en el comienzo, sostuvo los embates locales y antes de los 15’ ya estaba 2 a 0.

De ahí en más equilibrio, orden, solidaridad y mucho fútbol asociado.

La notable tarea del elenco de Sarandí se basó en el excelente nivel evidenciado por todos sus hombres. Desde un impecable Limia, pasando por la solidez de Casteglione y López, la seguridad en defensa de Núñez, la simpleza para proyectarse de Espínola, el despliegue y el manejo de Hirsig, la lucha y entrega de Esmerado y González, la pausa y conducción de Morales, el oportunismo de Denis y la experiencia traducida al servicio del equipo de Calderón.

Muchos puntos positivos en un solo equipo contrastando con un tripero que mostró únicamente la habilidad y el deseo de jugar de Lobos y el desconcierto colectivo del resto.

El arse ganó, gustó y goleó en uno de sus mejores partidos de la actual temporada.

Y no es poco por cierto...

Cuando parecía que la época dulce ya había dejado las tierras de Sarandi, cuando todo se ponía gris y daba la sensación que volveríamos a mirar la tabla del descenso como un objeto no deseado, llega este gran triunfo que sirve principalmente para encarar lo que viene con un aire totalmente renovado.

Este triunfo devolvió la alegría para estos pagos, fue un poco de agua en la sequía. Realmente los hinchas no estábamos como para reclamarles mucho a nuestros jugadores o juzgarlos por un inminente bajo rendimiento. Bien sabido está, que para un grupo reducido encarar dos torneos se hace muy desgastante y, que seguramente esto iba a ser sufrido en el rendimiento futbolístico.

Pero que mejor que salir de una situación así ante un grande como Boca Juniors, sin dudas este 1-0 tiene sabor a hazaña, de esas que se recordaran en el tiempo. Que bueno fue para los presentes poder guardar en el recuerdo este momento, solo debe ser comparable a aquella gran final contra Estudiantes de Bs As en la cancha de River por la Primera D, logrando el ascenso de manera invicta. Los que tuvieron la suerte de vivir ese gran momento hoy lo cuentan con orgullo, como seguro lo contaremos los que festejamos esta inmensa alegría.

Arsenal le pasó el plumerillo al libro de equipo práctico-solidario, para volver a usarlo en este partido. Sin dudas era una buena oportunidad para hacer historia, ante un club de mucha historia, pero con un flojo presente y encima con suplentes. Entonces el equipo de Burruchaga ahorró los lujos y sin muchas vueltas fue en búsqueda de la victoria.

Logró ponerse arriba en el score luego de una jugada rápida iniciada en un lateral (verdaderamente hubo falta de Denis sobre Matellan), del resto se encargó Javier Morales que con su centro atrás dejó en una situación magnifica a Patricio González y todo el viaducto contento con el 1 a 0.

Así terminó el PT, Arsenal había sido más que Boca. Con el dominio de la pelota y con una aproximación que despilfarro Javier Morales junto a uno de los palos de Abbondanzieri, era claro que merecía irse al descanso con ese resultado.

En el complemento los de Burruchaga llevaron a cabo un plan perfecto y, como dice Bilardo: los de celeste y rojo deben pasársela a los de celeste y rojo y patear en el arco de enfrente, tan sencillo como parece, aunque hoy en día es difícil llevarlo a la practica.

El conjunto del “chino” Benítez fue el dominador de la pelota, pero no logró inquietar el arco de Alejandro Limia. En cambio Arsenal tuvo dos claritas, una de Calderón con un cabezazo y, otra con un remate del 7 que bien contuvo el Pato Abbondanzieri.

En el final explotó el estadio Julio Humberto Grondona, que lució un lleno espectacular como creo yo nunca antes había estado en el sector que le corresponde a la gente de Arsenal.

Grande Arse! Aunque más no puedo pedirte, la frutillita del postre sería ganarle al Rojo de Avellaneda.