Fue la primera vez en el torneo que Arsenal se presentaba a jugar sin la necesidad de obtener un resultado. Salvado una fecha atrás en el partido con Lanus, el equipo de Burruchaga jugo con un dejo de tranquilidad. Para colmo, su rival: Gimnasia, tampoco jugaba por nada, quizás lo más importante para la formación platense, fue la presentación de su nuevo técnico, pero ni siquiera eso hizo que el partido tenga emoción.

En el encuentro fue todo muy previsible, con pocas situaciones claras (de riesgo ninguna), con muchas imprecisiones en los pases de los mediocampistas. Así, era muy difícil para los delanteros poder convertir. Las mas claras fueron, una de Andrizzi que no alcanzo un gran pase de Gustavo Grondona y otra de Pato González que remato apenas cerca del palo de Olave. Gimnasia solo llego a Limia con un remate de Castillo.

La segunda mitad del partido, fue mas aburrida aun, con muy pocas llegadas a los arcos, y con jugadas que se cortaban en tres cuartos de cancha.

Recién llegando a los últimos diez minutos de partido, los veintidós jugadores en cancha se decidieron a cambiar el ritmo, pero ya era demasiado tarde. Jugando por abajo no habían podido nunca, con centros al área tampoco. Por eso, el resultado mas que justo, fue un castigo para Arsenal y Gimnasia, porque no aportaron nada, ni arriesgaron para que la poca gente que se acerco a Lanus vea un buen espectáculo.

Aunque digan que el punto fue importante, una victoria hubiese sido el mejor broche de oro para una gran campaña en el primer año jugando en la mayor categoría del fútbol argentino.

A pesar del frío y del pobre partido que jugo el celeste y rojo, la gente despidió con aplausos al equipo, mas que nada por el esfuerzo y la entrega en los anteriores partidos.

Ahora habrá que pensar en nuevos nombres, ya que muchos de los jugadores que formaron parte de la plantilla este año, volverán a sus clubes, con la tranquilidad de haber logrado el objetivo, con la tranquilidad de que dejaron todo por la camiseta, sabiendo que no tenían mucho para perder, que dejaron una gran imagen como personas, conformando un grupo muy unido, de no ser así, no se podría haber logrado la permanencia en primera división.

Dentro de un mes y pico, nos volveremos a encontrar nuevamente alentando a nuestro equipo, quizás siendo locales en otra cancha, pero con la misma ilusión: seguir siendo de primera.

El partido no pintaba fácil. Ya sabíamos de antemano que para Lanús este partido significaba mucho, ya que estaba en juego su posible clasificación a la copa Sudamericana. Pero ellos también sabían las necesidades que tenían los dirigidos por Burruchaga. Es por estas urgencias que, desde el comienzo, ambos equipos salieron a matar o morir.

Pero afortunadamente, el que pudo matar fue Arsenal: cuando todavía los equipos se acomodaban en la tarde fría y nublada del Sur, y parecía que el que mejor se armaba era Lanús, un centro al área de Andrizzi y un frentazo cruzado de Cristian Álvarez (su pase pertenece a Lanús) puso la ventaja que iba a salvar al celeste y rojo del descenso.

Desde ese momento se empezaron a ver algunas falencias en el conjunto local, que Arsenal parecía que en cualquier momento iba a aprovechar. Pero no ocurrió así, y el Arse se encontró con el final del primer tiempo sin ampliar la diferencia. Y con la gente ansiosa por liquidar el partido. Encima se lesiona el "Pulpo" González, pero por suerte entró "Coco" Grondona aportó en la marca y en la salida con su experiencia en este tipo de partidos.

La ansiedad, no era en vano, Arsenal venía de empezar ganando los dos últimos partidos (Boca y San Lorenzo), y en los dos había dejado reaccionar al rival, aunque en la cancha había demostrado una aparente superioridad, no por nombres, sino por rendimiento en los 90 minutos.

Pero esta vez tuvimos un final feliz. De vez en cuando la suerte tenía que estar de nuestro lado. Aunque no sé si hablar de suerte, porque evidentemente la victoria también se logró por la inteligencia de nuestros jugadores, que supieron manejar el partido y no cometer algunos errores que se venían repitiendo en los últimos partidos.

Pero aunque en el segundo tiempo el que atacaba era Lanús, sus situaciones se esfumaban cuando llegaban al borde del área. Por mérito de nuestros defensores, algunas veces, y por deficiencia de sus delanteros, otras veces. Si bien Arsenal no pudo liquidarlo, jugó de una manera inteligente, no se desesperó, supo defenderse y tuvo algunas oportunidades de contragolpe, pero no se pudieron concretar.

Para el final del partido todo Lanús se iba al ataque, entró el "Pato" González para ayudar en el medio, y regreso el interminable "Tano" Piersimone, para molestar a la defensa local, y tratar de definir. Pero el partido terminó uno a cero, gracias al gol tempranero del "pelado", un gol que valió por muchos.

La gente no dejaba de cantar, los jugadores tampoco, la mayoría casi desnudos tras haber tirado la ropa a la hinchada, demostraban que este momento era tan importante para ellos como para nosotros, si bien muchos no nacieron de Arsenal, se notaba que todos ya sentían lo que era la celeste y roja, se les metió en el corazón.

Y asi llegamos a asegurarnos un año más, algunos jugadores se irán, pero después de escribir una hoja importantísima de nuestra historia; otros jugadores nuevos llegarán y tendrán la responsabilidad de por lo menos igualar esta campaña, y así podremos volver a festejar... POR UN AÑO MÁS.

Atrás había quedado ese gran recuerdo que fue la victoria en el nuevo gasómetro el año pasado. Nuevamente San Lorenzo era el rival a vencer, esta vez una victoria era probable, porque no presentó un gran equipo, y porque Arsenal venía de dar el golpe con el empate en la Bombonera.

De los dos, el único que jugaba por algo importante era el conjunto de Burruchaga, debe ser por eso que el dominio de Arsenal se notó en la primera mitad, aunque sin dejar cuenta de esto en el arco rival.

La mejor defensa del campeonato como marcan muchos medios, no esta pasando por un buen momento. Su nivel cayó notablemente, sobre todo porque no están ganando de arriba, uno de los fuertes de Arsenal.

Marcando un poco la irregularidad del equipo de Sarandi, casualmente los atacantes sí mejoraron su labor, Ariel Romero por momentos se puso el traje del Pulpo, con sorprendentes enganches que prestaban a la confusión.

Fue dominante claro el Viaducto de las acciones, y en una pérdida de la defensa azulgrana nació la contra para el primer gol del partido. Javier Morales (cumplió 100 partidos) se la llevó rápido, Saja titubeó y quedó en el camino, el diez lo vió y habilitó a Silvio González que de cabeza marcó su primer gol de jugada en lo que va del torneo.

La diferencia era justa, San Lorenzo era pura imprecisión, pero en un córner, el mas bajito ganó entre los mas altos, y así, Damián Luna puso el empate injusto para el ciclón.

En el complemento nuevamente fue Arsenal el que se animó a cruzar a tierra enemiga, la mas clara estuvo en los pies de Cristian Alvarez, pero Saja impidió el gol. Después de eso, solo se puede hablar de un dominio de pelota, pero no de jugadas claras para el celeste y rojo.

Quizás el deseo de ganar el partido y lograr gritar por fin salvado lo traicion, a Arsenal, que se descuidó en defensa. Molina le cometió un claro penal a Frutos. Saja lo hizo efectivo y San Lorenzo se abrazó a la victoria.

Ya sin orden táctico Arsenal fue a buscar lo que nunca encontró, los centros enviados fueron presa fácil para los defensores visitantes.

Ahora es tiempo de análisis, de tranquilidad, de paños fríos. Como se dice, vienen por delante dos partidos importantes para Arsenal, seguramente Burruchaga le pedirá a los jugadores que mantengan la calma, para no volver a cometer los mismos errores.

A pesar de la derrota, estoy convencido de que LA PERMANENCIA EN PRIMERA DIVISIÓN, NO CORRE NIGÚN RIESGO.

Muchos podrán decir que el empate deja un sabor amargo, que fue casi como una derrota, que estuvimos cerca de la hazaña y la dejamos pasar. Nada de eso señores, lo logrado por Arsenal fue increíble, aun el empate no podrá borrar el excelente trabajo de los hombres de Jorge Burruchaga.

¿Por qué aventurero? Porque logro algo impensado, enmudecer el estadio que más se hace sentir en la argentina.

Enfrentó a Boca con un solo argumento: el fútbol, y bien jugado, desde lo táctico y lo creativo. Solo fue inferior cuando la 12 empezó a rugir y mando a su equipo al frente.

Las intenciones del celeste y rojo desde el inicio eran claras; jugar lejos de Limia, presionar en todos los sectores de la cancha y robarle la pelota al rival. Durante la primera mitad se le dio, tal es así que Boca pudo llegar solo una vez al arco de Arsenal y con una jugada de rebote, cuando González estrello su remate en el palo.

En cambio los de Sarandí se hacían mucho más fuertes en el área rival, el Pulpo y Romero volvían locos a los centrales del local. Andrizzi y Alvarez utilizaban bien las bandas y el Gato Esmerado recuperaba como siempre en la mitad de la cancha.

Suficientes argumentos para llegar al gol. Centro de Alvarez, la baja Silvio González de cabeza, muerde Andrizzi y Romero que estaba a la expectativa la mando al fondo a poco mas de diez minutos de que finalicen los primeros cuarenta y cinco iniciales.

En el complemento Bianchi mandó a la cancha al ídolo Boquense, Carlos Tevez, y aunque le aportó más dinámica al funcionamiento lento del equipo, fue bien controlado por los defensores de Arsenal.

La actitud del Arse no había cambiado para nada, siguió complicando a su rival con una gran presión en su campo. De un lateral vino el segundo gol, con una jugada clásica y de otros tiempos. Manos arriba de Alvarez, Silvio González de pecho para Romero que esperó que le baje la pelota y la mandó al ángulo de Caballero.

Dos a cero y todo dominado, un estadio enmudecido y sus hinchas furiosos con sus jugadores, porque la reacción no llegaba y Arsenal seguía complicando, con una media vuelta de Romero que pegó en Esmerado primero, y con un cabezazo de Andrizzi después.

A partir de ese momento empezó a cambiar la historia, ya con Javier Morales afuera, Arsenal se quedó sin claridad en su juego, el estadio se convirtió en una verdadera caldera, y con Tevez como abanderado Boca llegaría a la igualdad. Luego de una pelota parada, el rebote le quedó a Carlitos que la mandó al fondo, 1-2.

La presión se hizo insostenible para los jugadores del Viaducto, ya no tenía la pelota y sólo esperaban el final del partido.

Limia la mando al córner y parecía que lo peor ya había pasado, pero no. Bianchi con una gran visión de juego mandó a Schiavi para buscar por arriba y nuevamente acertó, el lungo se elevó y metió el frentazo junto al palo, 2-2.

El final del partido, no dejó ni premio para uno (Boca), ni castigo para otro (Arsenal), ambos se quedaron con la sensación de que fue poco lo obtenido, pero también sabiendo que pudo ser peor.

Mas allá de todo, mi regreso a casa fue el de un tipo feliz, porque nuevamente sentí orgullo del cuadro que soy hincha. El fin de la tarde de domingo me encontró cantando otra vez: “que el viaducto es de primera, de primera no se va...”